Entre crónicas: Juan de Castellanos y Alonso de Ercilla

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Entre crónicas: Juan de Castellanos y Alonso de Ercilla

Por: jstorres
Publicado el: Septiembre 2018
Las crónicas de Indias son fuentes primarias de información que más allá de acercarnos a la situación general de la época, nos permiten conocer las percepciones particulares de sus autores.

Por Laura Buitrago

Entre las obras sobre el descubrimiento y la colonización de América más conocidas, se encuentran las Elegías de varones ilustres de las Indias (1589) de Juan de Castellanos y La Araucana (1569) de Alonso de Ercilla. A pesar de que sus narraciones corresponden a hechos ocurridos en espacios diferentes (Nuevo Reino de Granada y la provincia de Chile) comparten algunas similitudes.

Los primeros relatos

La aparición del Nuevo Mundo favoreció el surgimiento de las crónicas de Indias, relatos escritos por los peninsulares que llegaban a América, sobre lo que veían y les sucedía en dicho territorio. A pesar de que su labor fue formalmente reconocida hasta el reinado del Borbón Felipe V (1700-1746) las crónicas proliferaron a finales de siglo XVI y durante el siglo XVII y fueron fuente de información importante para los europeos interesados en aquella desconocida región y posteriormente para los criollos de los distintos virreinatos.

La gran mayoría de relatos se ocupan del proceso de colonización del continente americano, así como de las hazañas de grandes personajes y por esta razón han sido calificados como crónicas de la masacre española, expandiendo la leyenda negra sobre la conquista y olvidando el contexto bajo el cual escribían los autores. Sin embargo, distintos académicos han reconocido su valor etnográfico e historiográfico y afirman que son fuentes de consulta que permiten entender a los recién llegados así como conocer parte de la historia de las sociedades prehispánicas.

Tanto La Araucana como las Elegías resultan bastante particulares en tanto que su atenta lectura permite desmitificar algunas de las ideas que se han expandido con la leyenda negra española. Nos narran las historias de dos españoles que llegados al continente fueron testigos de las acciones indígenas y peninsulares y desde sus puntos de vista defienden pero también condenan las acciones españolas así como denuncian la crueldad indígena. Estas posiciones nos acercan a perspectivas más humanas que permiten conocer la complejidad del proceso colonizador, más allá de las representaciones binarias de dicho asunto.

La Araucana y las Elegías

En 1569, fue publicado el primero de los tres volúmenes de La Araucana, poema épico escrito por Alonso de Ercilla (1533-1594), soldado español que había llegado en 1556 a la Capitanía General de Chile acompañando al recién nombrado gobernador García Hurtado de Mendoza. En dicho texto, se narra la primer parte de la Guerra de Arauco (1546-1567), enfrentamiento entre los indígenas mapuches y los españoles. Sin embargo, el autor hace énfasis en la actuación de tres personajes particulares. En primer lugar, el capitán español Pedro de Valdivia (1497-1553) explorador español que había salido desde el Virreinato del Perú hacia el sur del continente y había fundado la ciudad de Santiago de la Nueva Extremadura, posteriormente capital del Reino de Chile. En segundo lugar, toma el papel protagónico Lautaro (1534-1557) destacado líder militar mapuche que saqueó e incendió dos veces Concepción, el centro de los asentamientos españoles y que fue abatido en la Batalla de Mataquito (1557). Por último está Caupolicán, líder mapuche sucesor de Lautaro, que murió por empalamiento luego de ser capturado por Pedro de Avendaño. Fue reconocido por su fortaleza y astucia pero, según las fuentes, jamás estuvo al nivel de Lautaro.

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La obra de Ercilla, serviría de ejemplo para Juan de Castellanos (1522-1607) que escribiría sus Elegías de varones ilustres de las Indias, manifestando que a pesar de la calidad de la obra del español y las proezas del sur, era necesario hacer reconocimiento a las del caribe:

“(…) pero enamorado, con justa razón, de la dulcedumbre del verso con que Don Alonso de Ercilla  celebró las guerras de Chile, quisieron que las del Mar del Norte, también se cantasen con la misma ligadura, que es en octavas rimas[1].”

Evidentemente, la estilística de la obra seguiría la de Ercilla: estrofas en octava real con versos endecasílabos. En las Elegías, Castellanos narraba el establecimiento y la colonización del Nuevo Reino de Granada y las hazañas de los ilustres del reino haciendo un reconocimiento especial a Cristóbal Colón y a los expedicionarios que habían llegado al Nuevo Reino entre los que se encontraban Gonzalo Jiménez de Quesada, fundados de Santafé, Nicolás de Federmán y Sebastián de Belalcázar. La primera de las cuatro partes de la obra fue publicada en Madrid en 1589 mientras que las otras tres vieron la luz hasta 1847. La ausencia de publicaciones, causó que fuera desconocida a diferencia de la de Ercilla que fue ampliamente estudiada y de éxito comercial relativo en la época. No obstante, contemporáneos como Agustín Zárate lograron hacer crítica al texto y reconocieron el trabajo y el valor de la información contenida.

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Más semejanzas que diferencias

Según María de Lourdes Peguero, Castellanos a lo largo de su obra “confía en el triunfo de la conquista y del imperio español de manera absoluta, mientras Ercilla parece cuestionar que la Providencia esté de parte de los españoles quienes se comportan con avaricia y crueldad durante la conquista”[2]. Sin embargo, es posible afirmar que en la cuarta parte de las Elegías el autor condena cuando considera necesario hacerlo, las actitudes déspotas de los españoles, de tal manera que al igual que Ercilla, comparte el sentimiento contradictorio de estar en un proceso de conquista con el que no estaban completamente de acuerdo. También es posible observar, que los dos autores intentan hacer una descripción detallada de los indígenas, especialmente de los líderes o caciques, con el fin de resaltar las victorias españolas. No obstante, la información que otorgan permite conocer algunas de las relaciones entre indígenas y el orden social que se manejaba dentro de las comunidades. En ocasiones, exaltan sus figuras, tal como Ercilla hace con Lautaro y castellanos con Sacresaxigua, reconociendo sus fortalezas y su poder de mando.

Por otro lado, la influencia de sus obras es notable a lo largo del tiempo, especialmente a finales del siglo XVIII. Los futuros próceres, intentando apartarse de su pasado español, reivindican el pasado indígena de sus territorios con el fin de empoderar a los nuevos individuos y naciones, como fue el caso de Francisco de Miranda (1750-1816) quien fundaría en Cádiz la Orden de Lautaro, haciendo honor al líder de la resistencia indígena mapuche.

Tanto La Araucana como las Elegías, son ejemplos de la complejidad de las relaciones en el Nuevo Mundo. A pesar de que la población indígena se vio disminuida debido a las guerras contra los españoles y las enfermedades que con ellos llegaron, las problemáticas dentro de las sociedades nativas también fueron un factor importante. Por otro lado, es imposible apartar al escritor de su entorno histórico en tanto que solo en este es comprensible su posición y sus opiniones, por ello, cualquier juicio fuera del marco de valores de aquella época es anacrónico e impreciso. Finalmente, las obras demuestran que la posición de los españoles no fue totalmente exterminadora. Los dos autores manifiestan su preocupación por los excesos de sus compañeros y condenan los actos barbáricos que algunos cometieron, lo que nos permite afirmar que la inhumanidad no fue inherente a todos y que, contrario a lo que comúnmente se piensa, muchos defendieron y creyeron en el valor del nuevo mundo.

Bibliografía

  • Elegías de varones ilustres de Indias, Juan de Castellanos. Rivas Moreno, Gerardo (Ed.). Elegías de varones ilustras de Indias. Bogotá, Selene Impresores, 1997.
  • Juan de Castellanos “Elegies” and Alonso de Ercillas’s “Araucana”: A comparative analisis. Maria de Lourdes Peguero Mills, Ph.D., Universidad de Minnesota, 2008.
  • La Araucana, Alonso de Ercilla y Zuñiga. Silva Rincón, Gabriel (Ed.). Bogotá, Panamericana Editorial, 2001.
 

[1] Rivas Moreno, Gerardo (Ed.). Elegías de varones ilustras de Indias. Bogotá, Selene Impresores, 1997, p.1143.

[2] Peguero Mills, Maria de Lourdes. Juan de Castellanos “Elegies” and Alonso de Ercillas’s “Araucana”: A comparative análisis, p. 2.

 

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