Durante las dos primeras décadas del siglo XX, el país conoció una intensa agitación de ideas, la creación de nuevas e importantes instituciones educativas, una ampliación de la acción educativa estatal y, en fin, un conjunto significativo de cambios en las formas de ver y entender el proceso educativo, particularmente en los niveles de la enseñanza primaria y secundaria. Fueron estas dos décadas escenario de un amplio movimiento de transformación en las prácticas y concepciones educativas y pedagógicas que tuvo lugar en Colombia entre los años veinte y finales de la década de los treinta del siglo XX.
Un ejemplo de ello fue la Reforma Educacionista, expresión con la cual se conoce en los textos y discusiones sobre la historia de la educación el conjunto de propuestas y debates ocurridos alrededor de la reorganización de la educación nacional, producidos a propósito de los planteamientos expresados por la Misión Pedagógica Alemana que visitó al país entre 1924 y 1926.
Esta misión reiteró la necesidad de abordar temas de las reformas legislativas, eventos educativos y la creación de una serie de instancias e instituciones de gran valor para la Nación: sostenía que se debían crear medios de comunicación, una Escuela Normal Nacional, Escuelas Normales Rurales y un Concejo Nacional de Educación. 14
Si bien la Misión Pedagógica Alemana fracasó en la presentación y aprobación de su proyecto de ley, dejó su discurso, cuyo valor radicó en que retomó problemas locales no resueltos, planteó inquietudes e ideas, que luego fueron retomadas en otras condiciones políticas y sociales del país.15
La Escuela Nueva llegó de la mano del pedagogo Ovide Decroly, fuerte crítico de la denominada Escuela Antigua, caracterizada por:
Exigir al niño un comportamiento como adulto.
Exigir al niño grandes esfuerzos de memorización.
Énfasis en la enseñanza verbalista del maestro.
Concepción negativa de la niñez.
Infancia como etapa de maldad y pecado.
Doblegar etapa de infancia con rígida disciplina.
No concedía importancia pedagógica a actividades tales como el juego, los trabajos manuales, la educación física y las costumbres higiénicas.16
La lectura iniciaba con sílabas, pasaba a palabras y llegaba a frases.
Por el contrario, la Escuela Nueva partía de considerar de manera principal la condición del niño y tomaba como eje sus necesidades básicas y su evolución (abrigo, alimentación, defensa contra los peligros y trabajo) a partir de tres tipos de actividades: observación, asociación y expresión.17
Años más tarde, una década después de la visita de Decroly, su método ideovisual para la lectura y sus centros de interés fueron adoptados para los programas oficiales de las escuelas primarias del país. El novedoso método para la enseñanza de la lectura partía de frases o ideas gráficas para llegar luego a las palabras; la ventaja estaba en que la frase o imagen ofrecía al niño un significado, facilitando de esta manera su asimilación y posterior descomposición en palabras y sílabas: esto era lo que se llamaba la función globalizadora de la percepción infantil."18