El agua en la vida cotidiana de 1949 y la caracterización de algunos barrios en torno a este recurso

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El agua en la vida cotidiana de 1949 y la caracterización de algunos barrios en torno a este recurso

Por: mllaiton
Publicado el: Junio 2024
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Los censos de población “sobre habitaciones y consumo de agua” realizados en 1949 nos acercan a las costumbres e higiene de la época. La mirada de esta documentación, con una perspectiva histórica, advierte que más allá de la información puntual registrada, su análisis en la actualidad amplía la comprensión de múltiples aspectos de la vida cotidiana y barrial de mediados del siglo pasado.

Por María Fernanda Cuevas, historiadora del equipo de Investigaciones del Archivo de Bogotá

El agua como recurso vital constituye un elemento de análisis que atraviesa el tiempo y el espacio, con especial protagonismo para comprender la historia de las ciudades en varias dimensiones, las cuales pasan por la construcción y planeación urbanas, la organización administrativa, el desarrollo técnico y tecnológico asociado a la política pública del agua, así como su presencia en la vida cotidiana y las dinámicas sociales que se han generado alrededor del agua. 

En el Archivo de Bogotá se cuenta con una variedad de documentos que constituyen fuentes para abordar la historia del agua en nuestra ciudad, teniendo particular importancia el fondo documental “Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá”, en un marco cronológico que se despliega entre 1871 y 2005, con documentación en diversos soportes, principalmente fotográficos y textuales, así como planimétricos y audiovisuales, en menor medida. Son de especial interés un conjunto de censos de población “sobre habitaciones y consumo de agua” que hacen parte de dicho acervo y que se realizaron en el mes de junio de 1949, en una serie de barrios ubicados en las zonas centro, sur y oriente de la ciudad, a saber, los barrios La Merced, La Magdalena, Santa Teresita, Las Cruces, Ricaurte, Centenario, Olaya y Restrepo.

Imagen 1: “Censo de población sector Ricaurte”, junio de 1949. Fondo Documental: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Archivo de Bogotá. Signatura 0006.1.

La situación geográfica de estos barrios era relevante por su cercanía con los cerros orientales de Bogotá, donde había fuentes de agua y tanques de aprovisionamiento que pertenecían al acueducto municipal, el cual funcionaba como empresa pública desde el año de 1914. Para 1949 se discutía, a nivel de la administración pública, sobre la problemática del agua en términos del abastecimiento y de la contaminación, que preocupaba tanto al alcalde Fernando Mazuera como al director técnico de la Empresa de Acueducto, Francisco Wiesner; por lo que se iniciaron estudios para construir las represas del Neusa y del Sisga, así como se tomaron medidas para ampliar la red de distribución tanto del acueducto como del alcantarillado1. Embalses como el de la Regadera, en funcionamiento desde 1938, se habían quedado cortos para surtir a una ciudad en pleno auge demográfico, que contaba con una población de 653.791 habitantes censados para 19512

El vertiginoso crecimiento de la población y la construcción de nuevos barrios requirió el desarrollo de obras para aumentar la oferta y el tratamiento de agua en el sur y el norte de la ciudad. Adicionalmente, con motivo de la IX Conferencia Panamericana, que se realizaría en abril de 1948, se había planeado e iniciado la construcción de una serie de trabajos, muchos de ellos asociados a la prestación de servicios públicos3. Bajo dicho contexto, resultaba pertinente censar las habitaciones y el consumo del agua en 1949, como forma de evaluar la ejecución de las obras y la necesidad de continuar con otras; igualmente, como para monitorear los problemas de abastecimiento y revisar estrategias para financiar el servicio de acueducto.  

Los censos de 1949, que reposan en varias cajas que resguarda el Archivo de Bogotá, nos permiten conocer aspectos de la vida cotidiana de mediados del siglo pasado, las costumbres e higiene de la época, así como los usos del agua y el acceso a los servicios asociados a este recurso. Las preguntas del formulario censal, se organizaban en categorías que debía diligenciar el funcionario o encargado de recorrer cada barrio, así:

  1. “Lectura y consumo”: con una cifra de lectura del medidor de agua de cada inmueble y consumo de agua en litros, incluido un consumo promedio.

  2. “Uso del servicio”: para indicar si el inmueble era residencia o edificio, si era casa de familia o inquilinato y si tenía un jardín. También se debía indicar si era de uso comercial o industrial y si se trataba de una residencia de primera, de segunda o de tercera mano.

  3. “Clase de edificio”: para señalar si era un inmueble particular u oficial; y cuantos pisos o placas tenía.

  4. “Dependencias que se sirven de la misma pluma”: número de casas, locales, o apartamentos por pluma o salida de agua.

  5. “Distribución interna”: número de llaves en la cocina, baños, albercas, sanitarios, jardín y garaje.  

Los barrios censados en su totalidad fueron Olaya4, Restrepo5 y Las Cruces6; los demás, Ricaurte7, Centenario8, La Merced, La Magdalena y Santa Teresita9 cuentan con censos parciales, sobre algunas manzanas de los mismos. Aun así, el conjunto de los censos de 1949 está compuesto por 3.811 folios que corresponden a los formularios censales, los cuales se refieren a barrios principalmente residenciales, que pueden caracterizarse en términos de los usos, las condiciones de vivienda y el acceso al agua para el diario vivir. 

En el barrio Ricaurte, por ejemplo, encontramos una mayoría de residencias particulares, así como algunos locales. Se identificó una panadería con consumo significativo de agua, cuatro carpinterías, dos locales de “juegos de tejo”, un salón de onces, un taller de latonería y tres peluquerías. A nivel comercial, fue censada una fábrica de galletas llamada La Victoria, donde trabajaban 80 personas, la cual contaba con 18 sanitarios, 18 lavamanos y 2 tanques de agua. También se encontró una fábrica de yeso, una de baldosín, de helados, de granito y de juguetería de caucho. Llama la atención un colegio con 109 ocupantes diarios, en el que solo se registraba “un baño” y 3 “sanitarios”10, lo cual deja entrever cierta precariedad en el acceso a instalaciones sanitarias. El Ricaurte, que surgió como barrio residencial y obrero a principios del siglo XX, poco a poco fue tomando un carácter más industrial y comercial. La diversidad de los negocios que quedaron inventariados da cuenta de una cotidianidad barrial y de una oferta de bienes y servicios para comunidades locales en expansión.

Imagen 2: “Censo de población sector Ricaurte”, junio de 1949. Fondo Documental: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Archivo de Bogotá. Signatura 0006.1, f. 2.

En este punto es importante aclarar que la distinción que se hace entre baños y sanitarios era normal para el período, donde el baño hacía referencia al lugar de la ducha o bañera y el sanitario se refería al excusado, sin que ambos permanecieran en el mismo espacio necesariamente, a diferencia de la disposición que tienen las viviendas más contemporáneas, en las que se unifica en un mismo espacio estos equipamientos. “La existencia de sitios específicos como el lavadero, w.c, cocina, retrete, además de vestíbulo, tocador y zaguán, muestran cómo el ciudadano iba adaptando su casa y su vida a las exigencias de una ciudad moderna” desde la década de 192011.

Otro barrio de origen obrero cuyo censo conservamos hoy es el Centenario, el cual se construyó en etapas, entre 1938 y 1973, con motivo de la celebración de los cuatrocientos años de fundada Bogotá, respondiendo a la política de construcción de vivienda estatal obrera, que se desarrolló desde los años 1930 para mejorar las condiciones de habitación e higiene de sectores desfavorecidos de la población12. Allí, la mayoría de inmuebles censados eran residencias particulares que contaban en promedio con una cocina, una alberca, un baño y un sanitario por inmueble; además, no se registraban más de 9 o 10 personas por residencia. Llama la atención que, en una misma casa podían habitar 2 familias y compartir un solo baño y un sanitario para 10 personas. Identificamos también una escuela municipal con 136 personas y servicio de 2 baños; la fábrica de panes Bolívar con 50 personas y 4 baños; así como un inquilinato de 14 habitantes que disponía de un baño y no tenía cocina13. De nuevo, se observa que este tipo de barrios estaban en proceso de mejorar sus condiciones de vivienda y de acceso a instalaciones y servicios asociados al acueducto y alcantarillado.

Acercándonos al centro de Bogotá encontramos el tradicional barrio de Las Cruces, denominado así en razón de la iglesia de Nuestra señora del Carmen de Las Cruces, edificada en tiempos coloniales. Este barrio tradicional tuvo renombre comercial e industrial a principios del siglo XX, por la relevancia de su plaza de mercado y la cercanía de los chircales, que eran fábricas de producción artesanal de ladrillos, tejas y otros materiales para la construcción. El censo que se conserva en el Archivo de Bogotá agrupa la totalidad del barrio y llama la atención la cantidad de inquilinatos que existían en 1949, pues son numerosos respecto a los demás barrios censados. Se identificaron 39, con condiciones sanitarias muy básicas, tales como uno de 36 personas con 2 sanitarios y un baño, así como otro inquilinato con 10 personas, sin baño y con un sanitario14. Igualmente, se observa varios tipos de negocios que son marcadamente diversos y representativos de lo que sería la vida de barrio en aquel entonces: había 5 cafés, una droguería, 2 fábricas, 2 lavanderías, 3 restaurantes, un colegio, una sastrería, una lechería, una carpintería, un teatro, una zapatería y una editorial15.

Imagen 3: “Censo de población sector Las Cruces”, junio de 1949. Fondo Documental: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Archivo de Bogotá. Signatura 0034.2, f. 181.

El interés de la municipalidad por censar y medir el uso del agua se relacionaba directamente con las políticas públicas de saneamiento, higiene y alcantarillado que se venían desarrollando desde los años 30, las cuales buscaban el mejoramiento del alcantarillado, la construcción de tanques y embalses, la canalización de ríos y la adecuación de tuberías, así como la construcción de plantas de tratamiento del agua potable (como Vitelma y San Diego). En particular, el censo barrial facilitaría la evaluación de la efectividad de las medidas implementadas por el alcalde Mazuera, quien había tramitado el Acuerdo #10 de marzo de 1949, para el aumento de tarifas del agua, siendo los medidores un elemento clave para incrementar los ingresos de la empresa municipal, ya que resultaba más rentable el cobro por consumo en cada inmueble, frente al sistema de tarifas fijas que funcionaba anteriormente. Las tarifas fijas implicaban el cobro de un monto mensual aproximado de lo que podía consumirse por vivienda, de manera que, desde el año 1938 se venían instalando medidores que permitían establecer el consumo con mayor precisión y buscaban evitar el desperdicio de agua por parte de la ciudadanía. Adicionalmente, en 1949 se autorizaron nuevos cobros a los inmuebles, como el derecho de abastecimiento para nuevas instalaciones de agua16

El barrio Olaya también fue censado con un número significativo de inquilinatos, 27 en total, generalmente servidos por uno o dos baños y sanitarios para un promedio de 15 a 22 habitantes17. Estos inquilinatos solían tener excusados comunes al fondo de la edificación y muchos carecían de duchas, siendo el lavadero el lugar destinado para bañarse18; lo cual da cuenta de la precariedad y del proceso de construcción informal de muchos barrios bogotanos, que fueron creciendo rápidamente sin contar con espacios y servicios públicos residenciales. Eran comunes en urbanizaciones obreras como las que se dieron en el Olaya y en el Restrepo; donde se encontraba en promedio un baño y un sanitario por vivienda, habitada por 7 a 10 personas19

El barrio Restrepo es reconocido desde los años 1980 por la marroquinería y la producción y venta de zapatos; para 1949 se registraban dos zapaterías, un almacén de calzado y una sombrerería20, que serían antecesores de los negocios y manufacturas del cuero que fueron llegando y se consolidaron en décadas posteriores. Llama la atención la presencia de 8 colegios y escuelas en el barrio Restrepo, la mitad de ellas de carácter público. Ambos barrios emergieron de la antigua hacienda Quiroga; así como fueron bautizados en honor a dos expresidentes de la república, siendo planeados como espacio para albergar urbanizaciones obreras inicialmente21; de ahí que compartan características similares en cuanto a la habitación, el acceso y el uso del agua.

Ahora bien, otro tipo de espacio y vivienda se puede conocer a través de los censos de 1949, son aquellos de los barrios La Merced, La Magdalena y Santa Teresita, que presentan unas características diferentes en lo que concierne el acceso y usos del agua en los hogares, ya que, por tratarse de barrios de origen aristocrático, cuyos terrenos habían sido fincas que se urbanizaron a partir de los años 1930, se distinguieron por unas mejores condiciones de habitación y sanidad. La mayoría eran residencias particulares, con un promedio de mínimo 2 baños y más de 2 sanitarios por vivienda, en las que habitaban entre 6 y 8 personas. Otra característica particular de estos barrios es la presencia de colegios, entre ellos, el renombrado San Bartolomé de la Merced, al que asistían 950 personas (entre estudiantes, profesores y funcionarios)22.

El barrio La Merced fue planeado como un sector residencial para familias de altos ingresos. La Magdalena, en la actual localidad de Teusaquillo, se constituyó de manera similar y allí se construyeron viviendas con estilos arquitectónicos diversos, muchas de ellas con adaptaciones de estilos europeos, que incluían tejados inclinados, chimeneas, buhardillas y mampostería en piedra y ladrillo. Santa Teresita, por su parte, se desprendió de la antigua hacienda de La Merced y fue urbanizado desde 1934, bajo reglamentación urbanística específica que hacía énfasis en la construcción de casas de máximo dos pisos, con antejardines y verjas medianas23. Las comodidades en estas viviendas permiten verificar la evolución de los espacios privados y la especialidad de aquellos dedicados a la higiene, tal como se venía presentando desde mediados del siglo XIX en Europa, donde las familias más acomodadas contaban con un espacio de aseo, en el que se encontraba un baño, un lavabo y un retrete24

Las particularidades de estos tres barrios, colindantes entre ellos y ubicados al norte del antiguo centro bogotano, contrastan con los demás barrios censados, la mayoría planeados para la habitación de familias obreras y trabajadoras. El acceso al servicio de acueducto y, más específicamente, a las instalaciones para beneficiarse del agua domiciliaria, se presentan como un marcador evidente de diferencia socioeconómica, así como del establecimiento de comercios e industrias según el tipo de comunidades que se fueron instalando en los diferentes barrios planificados desde la administración pública. La mirada con perspectiva histórica sobre esta documentación advierte que más allá de la información puntual que arrojaban estos censos, su lectura en la actualidad amplía la comprensión de múltiples aspectos de la vida cotidiana y de las dinámicas barriales de mediados del siglo XX. Además, la riqueza de los datos arrojados por este tipo de censos da lugar a que se sigan haciendo preguntas que enriquecen el conocimiento sobre el pasado de nuestra ciudad.

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1 Rodríguez, Juan Camilo. El agua en la historia de Bogotá. Villegas editores: Bogotá, 2003.Tomo II, p. 104 y ss.

2 Vargas, Julián y Zambrano, Fabio. “Santa Fe y Bogotá: Evolución histórica y servicios públicos (1600-1957)”. H. Suárez (Comp.) Bogotá, 1988, vol. 450, p. 11-92. https://www.google.com/search?q=h+suarez+comp+bogota&oq=h+suarez+comp+bo...

3 Rodríguez, Juan Camilo. El agua en la historia de Bogotá…, p 101.

4 “Censo de población sector Olaya”, junio de 1949 (657 folios). Fondo Documental: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Archivo de Bogotá, Signatura 0038.1.

5 “Censo de población sector Restrepo”, junio de 1949 (612 folios). Fondo Documental: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Archivo de Bogotá, Signatura 0039.1.

6 “Censo de población sector Las Cruces”, junio de 1949 (550 y 560 folios por signatura). Fondo Documental: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Archivo de Bogotá, Signaturas: 0034.2 y 0036.1.

7 “Censo de población sector Ricaurte”, junio de 1949 (429 folios). Fondo Documental: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Archivo de Bogotá, Signatura 0006.1.

8 “Censo de población sector Centenario”, junio de 1949 (400 folios). Fondo Documental: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Archivo de Bogotá, Signatura 0034.1.

9 “Censo de población sector La Merced, La Magdalena y Santa Teresita”, junio de 1949 (603 folios). Fondo Documental: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Archivo de Bogotá, Signatura 0037.1.

10 “Censo de población sector Ricaurte”, junio de 1949. Fondo Documental: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Archivo de Bogotá, Signatura 0006.1, folios 102, 138, 178, 215, 216, 269, 279.

11 Loaiza, Myriam Astrid. Alcantarillas y aguas para Bogotá 1870-1924. Del caos sanitario a la transformación de espacios públicos y privados. Tesis de maestría en historia. Universidad Javeriana: Bogotá, 2015, p. 129-131.

12 Pulgarín Osorio, Yarleys. Vivienda estatal obrera de los años 30 en Bogotá: los casos de los barrios Restrepo y Centenario, aportes, recuperación de memoria y pautas de valoración patrimonial. Tesis de maestría. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, 2009.

13 “Censo de población sector Centenario”, junio de 1949. Fondo Documental: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Archivo de Bogotá, Signatura 0034.1, f. 314, 253, 359, 396.

14 “Censo de población sector Las Cruces”, junio de 1949. Fondo Documental: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Archivo de Bogotá. Signatura 0034. 2, f. 57, 146; Signatura 0036.1, f. 532.

15 “Censo de población sector Las Cruces”, junio de 1949. Fondo Documental: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Archivo de Bogotá. Signatura 0036.1, f. 46, 78, 131, 165, 349.

16 Rodríguez, Juan Camilo. El agua en la historia de Bogotá…, Tomo II, p. 114-115.

17 “Censo de población sector Olaya”, junio de 1949 (657 folios). Fondo Documental: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Archivo de Bogotá, Signatura 0038.1, f. 68, 235.

18 Loaiza, Myriam Astrid. Alcantarillas y aguas para Bogotá…, p. 131.

19 “Censo de población sector Restrepo”, junio de 1949. Fondo Documental: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Archivo de Bogotá, Signatura 0039.1, f. 36- 38, 146, 171, 223, 508.

20 Censo de población sector Restrepo”, junio de 1949. Fondo Documental: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Archivo de Bogotá, Signatura 0039.1, f. 43, 99, 310, 446.

21 Colón, Luis Carlos y Mejía, Germán. Atlas histórico de barrios de Bogotá 1884-1954. Bogotá: Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, 2019, p. 56-61.

22 “Censo de población sector La Merced, La Magdalena y Santa Teresita”, junio de 1949. Fondo Documental: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Archivo de Bogotá, Signatura 0037.1, f. 23.

23 Colón, Luis Carlos y Mejía, Germán. Atlas histórico de barrios…, p.190, 203.

24 Sennet, Richard. Carne y piedra. El cuerpo y la ciudad en la civilización occidental. Madrid: Alianza Editorial [1992], p. 365.

 

Bibliografía

  • Colón, Luis Carlos y Mejía, Germán. Atlas histórico de barrios de Bogotá 1884-1954. Bogotá: Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, 2019
  • Loaiza, Myriam Astrid. Alcantarillas y aguas para Bogotá 1870-1924.Del caos sanitario a la transformación de espacios públicos y privados. Tesis de maestría en historia. Universidad Javeriana: Bogotá, 2015.
  • Mejía Pavony, Germán. Los años del cambio: historia urbana de Bogotá, 1820-1910. CEJA: Bogotá, 2000 [2da ed]
  • Pulgarín Osorio, Yarleys. Vivienda estatal obrera de los años 30 en Bogotá : los casos de los barrios Restrepo y Centenario, aportes, recuperación de memoria y pautas de valoración patrimonial. Tesis de maestría. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, 2009. 
  • Rodríguez, Juan Camilo. El agua en la historia de Bogotá. Villegas editores: Bogotá, 2003.
  • Sennet, Richard. Carne y piedra. El cuerpo y la ciudad en la civilización occidental. Madrid: Alianza Editorial [1992]
  • Vargas, Julián y Zambrano, Fabio. “Santa Fe y Bogotá: Evolución histórica y servicios públicos (1600-1957)”. H. Suárez (Comp.) Bogotá, 1988, vol. 450, p. 11-92.