Archivos y memorias comunitarias: enfoques del presente para la reconstrucción participativa del pasado

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Archivos y memorias comunitarias: enfoques del presente para la reconstrucción participativa del pasado

Por: mllaiton
Publicado el: Septiembre 2021
Archivos y memorias comunitarias: enfoques del presente para la reconstrucción participativa del pasado
Bogotá Historia Común 2.0 le apuesta al reconocimiento de las voces ciudadanas y de otras voces invisibilizadas históricamente, a partir de dos enfoques principales, uno territorial y otro diferencial.

Por María Fernanda Cuevas y Felipe Useche, historiadores de la Unidad de Investigaciones del Archivo de Bogotá

La memoria es un concepto con múltiples usos y acepciones, recurrente en diversos espacios, escenarios y comunidades; en continuo contacto e interlocución con las personas. El reconocido historiador Pierre Nora señalaba que “la memoria es vida, siempre encarnada por grupos vivientes y, en ese sentido, está en evolución permanente, abierta a la dialéctica del recuerdo y de la amnesia, inconsciente de sus deformaciones sucesivas, vulnerable a todas las utilizaciones y manipulaciones, capaz de largas latencias y repentinas revitalizaciones” 1.

En el campo de las ciencias sociales, la memoria ha encontrado un espacio de relevancia desde el siglo XX, gracias a dos procesos históricos. El primero es el holocausto judío y sus consecuencias, en el marco de la Segunda guerra mundial. El segundo, más significativo en el contexto latinoamericano, corresponde a las dictaduras de finales del siglo XX: Bolivia en 1978, Nicaragua en 1979, Argentina en 1981, Uruguay en 1985 y Paraguay en 1989. Las transiciones democráticas en estos países y toda la región han implicado grandes desafíos, por lo que las conquistas de diversas iniciativas de memoria histórica resultan particularmente especiales; sobre todo, cuando se asocian con temas de violencia política, discriminación y resistencia social.

Sin embargo, el ámbito de la memoria es aún más amplio, de suerte que, en sus seis décadas de existencia, este concepto ha sido definido por todo tipo de corrientes teóricas y se ha asociado a diversas temáticas; no solo a violaciones de derechos humanos. Varios autores, desde diferentes disciplinas, han planteado enfoques particulares de la memoria que nos permiten entender las adaptaciones de este concepto a diversos fenómenos históricos, acontecimientos y poblaciones2.

No obstante, hoy podemos decir con algún grado de certeza que las ciencias sociales han llegado a ciertos consensos con respecto a sus rasgos más prominentes, a saber:

1) La memoria es la capacidad individual de traer al presente acontecimientos vividos en el pasado.

2) La memoria es selectiva y creativa: recuerda, olvida y recrea en función del presente.

3) La memoria colectiva es la extrapolación de la capacidad individual de memoria y tiene un rol principalmente identitario y político; es tanto pertenencia como resistencia.

4) El olvido no se opone a la memoria, sino que es uno de sus mecanismos de selección de eventos pasados.

5) No hay consenso sobre la elección de unos acontecimientos de memoria colectiva por encima de otros.

6) La historia, como disciplina, puede alimentarse de la memoria como fuente histórica, pero no se corresponde con la memoria colectiva; de hecho, puede entrar a refutarla, ampliarla o precisarla.

La relevancia actual de la memoria y el auge de las reivindicaciones del pasado que demandan las comunidades locales, las organizaciones sociales y grupos sociales diversos que comparten trayectorias diferenciales, ha dado lugar al surgimiento de iniciativas locales de recuperación de memorias comunitarias a lo largo y ancho del mundo.

Un gran número de estas iniciativas dan cuenta de una nueva modalidad de archivos, en formato digital, que se están desarrollando de manera participativa y particular, se trata de los Archivos Comunitarios, una de las más recientes formas de acopio y conservación de las memorias locales y comunales, que desafían las definiciones y visiones tradicionales de la ciencia archivística y de las instituciones estatales de memoria, mediante la construcción de repositorios que vinculan la conservación de documentos con nuevas narrativas3.

Desde el programa de Archivística del University College de Londres, se consideran los archivos comunitarios como “Colecciones de material acopiado, principalmente, por miembros de una comunidad dada y sobre cuyo uso tal comunidad ejerce cierto nivel de control”4. En efecto, un elemento clave en este tipo de archivos es la participación activa de la comunidad, durante la recolección, organización y custodia, con el fin de documentar y hacer accesible la historia y la memoria de un grupo humano o de un lugar particular. La idea de comunidad, en estos casos, incluye todo tipo de organizaciones civiles, fundaciones, organizaciones no gubernamentales, sindicatos, colectivos y otras iniciativas privadas que se autoidentifican como tal; y que buscan conservar el recuerdo de personas, hechos, lugares y eventos que se consideran significativos.

En América Latina se cuenta con una investigación preliminar sobre archivos comunitarios en Santiago de Chile, que arroja similares conclusiones sobre este tipo de iniciativas de recuperación de memorias locales y comunitarias5. Se trata de proyectos emprendidos de manera privada, principalmente, pero la cooperación con entidades estatales ha permitido un mayor impacto. Las características principales de estos proyectos son:

  • Difusión, promoción y organización de actividades a través de la red local de bibliotecas.
  • Proyectos generalmente liderados por instituciones de la memoria.
  • Énfasis especial en memorias barriales, consolidación de los territorios y la actividad de asociaciones comunales.
  • Tendencia a la reivindicación de memorias sobre grupos sociales marginales y minorías invisibilizadas.
  • Intención de difusión, de acceso a todo público y de trabajo colaborativo e interdisciplinario.

El proyecto Bogotá historia común 2.0, de la Dirección Distrital de Archivo de Bogotá, se ubica en este contexto de emergencia de nuevas formas de recolección participativa de memorias, y de apropiación social del patrimonio documental. Este proyecto busca hacer uso de múltiples recursos actuales, con los que cuentan las humanidades y las ciencias sociales, para recuperar, conectar y construir memorias diversas de Bogotá, mediante el diseño, implementación y apropiación de estrategias de co-creación con comunidades de la ciudad. Estas experiencias serán organizadas y sistematizadas permanentemente en una gran Colección de Memorias Locales y Comunitarias (textos, audios, videos, mapas, fotos), custodiada por el Archivo de Bogotá, que sean de libre acceso y que incorporen diferentes propuestas desde la ciudadanía.

Bogotá Historia Común 2.0 le apuesta al reconocimiento de las voces ciudadanas y de otras voces invisibilizadas históricamente, a partir de dos enfoques principales, uno territorial y otro diferencial. A nivel territorial se entiende Bogotá en su dimensión urbana y rural, por ello se concibe la memoria local en términos de los barrios y veredas que hacen parte de las localidades. El enfoque diferencial pretende reconocer y recuperar las trayectorias de comunidades y minorías sistemáticamente desatendidas (verbigracia: campesinos, indígenas, afrodescendientes, mujeres, LGBTI, niños, discapacitados y ancianos) e incorporar esas voces al patrimonio documental capitalino.

Actualmente, se está ajustando el diseño del proyecto con actividades de mediación con ciudadanos y comunidades, mediante sondeos iniciales y ejercicios piloto de recuperación de memorias, que retroalimenten la conceptualización inicial del proyecto y aseguren su lanzamiento en el año 2022. Desde el Archivo de Bogotá se invita a la ciudadanía a visitar el sitio web del proyecto, donde se puede conocer mejor su objetivo y contenidos, ingresando al siguiente link:   http://archivobogota.secretariageneral.gov.co/proyectos-estrategicos/bogota-historia-comun/

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1 Nora, Pierre. Lugares de la Memoria. Montevideo: Ediciones Trilce, 2008 [1984/1986/1992], p. 21 – 22. El historiador Pierre Nora es reconocido por sus reflexiones sobre este concepto; principalmente en la obra que dirigió, titulada Les Lieux de Mémoire, en 1984, y que consiste en una colección de siete tomos de trabajos de más de setenta historiadores franceses, comentados a través de varios ensayos de Nora, que se escribieron entre 1984 y 1992.

2 Algunas obras a resaltar sobre la materia son: Augé, Pierre. Las formas del olvido. Barcelona: Gedisa, 1998. Halbwachs, Maurice. La memoria colectiva. Zaragoza: Prensas Universitarias de Zaragoza, 2004 [1968]. Jelin, Elizabeth. Los trabajos de la memoria. Madrid: Siglo XXI, 2002. LaCapra, Dominick. Historia y memoria después de Auschwitz. Buenos Aires: Prometeo Libros, 2008. Le Goff, Jacques. El orden de la memoria. El tiempo como imaginario. Buenos Aires : Paidós, 1991 [1977]. Nora, Pierre. Lugares de la Memoria. Montevideo: Ediciones Trilce, 2008 [1984/1986/1992]. Ricoeur, Paul. Memoria, historia y olvido. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2000. Todorov, Tzvetan. Los abusos de la memoria. Barcelona: Paidós Ibérica, 1995.

3 Ejemplos diversos de iniciativas digitales de Archivos comunitarios se pueden encontrar en: Afanador, María José. “CONSIDERACIONES SOBRE LA IDENTIDAD TERRITORIAL Y EL CARÁCTER LOCAL DE LA BIBLIOTECA DIGITAL DE BOGOTÁ”. Accesible en: https://www.culturarecreacionydeporte.gov.co/biblioteca/identidad

4 Flinn, Andrew; Stevens, Mary; Sheperd, Elizabeth. "Whose Memories, Whose Archives? Independent Community Archives, Autonomy and the Mainstream". Revista Archival Science, N° 9 (2009), p. 3. [Traducción propia].

5 En Chile, nos referimos a la investigación del Archivo Común, conducida por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Ver: https://www.arqsp.org.br/wp-content/uploads/2018/03/ANDAUR_GOMEZ_Gabriela_XI-CAM-Archivo-Comun.pdf