Por Solange Maritza Pachón Zorro. Profesional Especializada. Dirección Distrital del Archivo de Bogotá
A propósito de la exposición Bogotá revelada, 1932-1949. La visión de ciudad en la colección Trujillo Gómez & Martínez Cárdenas que se exhibe actualmente en el Archivo de Bogotá y en el marco de la celebración del mes de los archivos, la Secretaría General de la Alcaldía de Bogotá a través del Archivo Distrital, llevó a cabo el conversatorio Colecciones Planimétricas, Importancia y aportes de los archivos de arquitectura en la historia de la ciudad el miércoles 11 de octubre.
El evento fue una oportunidad para abordar la reflexión del valor de los archivos planimétricos en la configuración de la historia de la ciudad y contó con la participación de los siguientes invitados e invitadas:
Silvia Arango: profesora del Postgrado de Historia y Teoría de la Arquitectura en la Escuela de Arquitectura, Facultad de Artes, Universidad Nacional de Colombia. Arquitecta de la Universidad de los Andes, Bogotá. Diploma en Diseño Urbano en Oxford Polytechnic, Inglaterra y Doctorado en Urbanismo de la Universidad de Paris XII, Francia. Investigadora de la historia de la arquitectura latinoamericana.
Luis Carlos Colón Llamas: arquitecto de la Universidad de los Andes y doctor-arquitecto de la Universidad de Valladolid, España. Sus temas de investigación giran en torno a la historia urbana, en especial de Bogotá. Entre sus publicaciones recientes se encuentran: Atlas histórico de barrios de Bogotá, 1884-1954, en coautoría con Germán Mejía.
Lorenzo Fonseca: arquitecto y urbanista de la Universidad Nacional de Colombia, especializado en Planeación para el Desarrollo del University College, University of London. Su trabajo ha sido reconocido entre otras distinciones con el premio Asobritánica a la “Vida y obra de un exbecario del Reino Unido”, 1993; la Medalla Sociedad Colombiana de Arquitectos 1996 y la Medalla al Mérito Cultural del Ministerio de Cultura 1998. Director de la Revista Proa.
Y en la moderación:
María Olga Largacha: arquitecta, maestra en Bellas Artes, especialista en Pedagogía del Diseño y Magister en Dirección de Marketing. Docente investigadora de la Universidad La Gran Colombia. Su interés investigativo se centra en los años 30 a 50, principalmente en lo obrado por Ignacio Martínez Cárdenas sus socios y sus firmas constructoras.
Salvaguarda de archivos de firmas arquitectónicas
Al respecto Silvia Arango aportó algunas reflexiones:
“En Colombia todos los días se pierden archivos de arquitectura(…) La memoria de nuestras ciudades y nuestra arquitectura se está perdiendo(…)Lo primero para una investigación es tener archivos medianamente confiables, los que se tienen se han logrado gracias a la búsqueda de archivos que pese a condiciones de deterioro logran donarse a archivos donde se les pueden dar las condiciones adecuadas para su conservación”.
Sobre ¿qué tan urgente es salvaguardar los archivos y tener una fuente real?
Luis Carlos Colón a propósito del Atlas histórico de barrios de Bogotá, 1884-1954:
“En el caso del atlas la fuente fueron archivos notariales que custodia el Archivo General de la Nación, son mapas de finales del siglo XIX hasta antes de que los municipios se anexaran en el 54. Darles sentido a estos archivos consistió en una primera interpretación de los documentos y los protocolos que los acompañaban”.
Por su parte, Lorenzo Fonseca compartió desde su perspectiva ¿Qué se ha perdido y qué tan importante es esa fuente que nos habla del otro lado? frente a una afirmación deMaría Olga Largacha: “La única manera de comprobar si las casas del barrio Los Alcázares fueron hechas por Trujillo Gómez y Martínez Cárdenas que se encuentran en la exposición fue a través de la revista Proa”.
Frente a la pregunta, Lorenzo Fonseca destacó tres aspectos determinantes a partir de la experiencia de la revista Proa como fuente secundaria:
“Sobre la planimetría, la arquitectura y la revista PROA: Fui testigo en términos de planos urbanos de la epopeya de Carlos Martínez por reconstruir parte de la historia de la arquitectura bogotana a pesar de los incendios de primera mitad de siglo que acabaron con información importante de la ciudad. Él juiciosamente con su investigación fue recuperando la historia de Santafé desde su fundación y hasta el Siglo XX, es la experiencia de un investigador quien, a pesar de no tener la fuente primaria, reconstruyó más o menos unos 17 planos. Y con ese mismo interés por esa reconstrucción planimétrica, hoy podemos decir que Proa se concentró en entender el desarrollo de la ciudad desde la arquitectura moderna y lo interesante para todos los investigadores arquitectos es que esa fuente hoy reposa en el Archivo de Bogotá”.
“En relación con la planimetría arquitectónica Proa desde sus inicios buscaba el apoyo de los arquitectos emblemáticos en la producción arquitectónica del país y de Bogotá. La revista contenía planos suministrados por los arquitectos que luego se les devolvían. Los planos no los tiene Proa, pero quedaron publicados allí(…) Proa con el paso del tiempo se ha convertido con mucha fuerza en un archivo secundario complementario a los archivos primarios que se encuentran en el Archivo de Bogotá, y muchas publicaciones recurren al uso de sus imágenes”.
“La revista Proa se creó con el deseo de incluir la buena arquitectura y el deseo de tener el patrimonio de Bogotá. Es una interpretación interesante porque tiende a ser una noción editorial propositiva que resalta la buena calidad de la arquitectura moderna de la ciudad, especialmente en los años 70s”.
Sobre la importancia y el futuro de los archivos
Silvia Arango: “Los archivos son la fuente máxima del universo, cuando uno tiene los archivos originales encuentra siempre cosas nuevas(…)La cantidad de datos que se encuentran en los archivos son el inicio del enigma y el punto de partida para empezar a indagar(…) Es importante que existan para la reinterpretación y la relectura inagotable. Es una enorme fuente de placer que genera nuevo conocimiento y eso es realmente bello”.
“Por ejemplo, la revista Proa ha sido motivo de varias tesis de maestría y doctorado porque no solo nos muestra los edificios sino la manera moderna de ver el mundo a través del filtro de Carlos Martínez, por eso es importante entenderla desde lo que contiene y lo que no”.
Luis Carlos Colón: “Tradicionalmente ha existido un proceso burocrático alrededor de los archivos y esto ha salvado a los investigadores de hoy porque gracias a ello se han podido conservar una o más copias de documentos. Al ser necesario obtener una licencia de construcción, contar con un juego de planos, entre otras cosas, los investigadores de hoy tenemos material invaluable en los archivos, que inicialmente se dieron desde lo privado, y dadas las condiciones de salvaguarda, estos hoy son registro de la actividad pública a través de los fondos de las entidades que muestran qué ha sucedido en la ciudad”.
Lorenzo Fonseca: “el archivo es memoria, la función es conservarlos para darles status en el presente para que el investigador pueda descifrar parte del pasado de manera amena…
Mi experiencia más significativa al respecto fue con el archivo de Alberto Manrique Martín al encontrar los planos originales del teatro San Jorge, me maravilló el lujo de detalles y el perfilamiento de la expresión gráfica(…) Indudablemente una obra de arte en sí misma, los planos del teatro, sin duda una maravilla(…) Estas experiencias refuerzan el placer de encontrar, para lo que llega a los ojos al mirar, escudriñar descubrir y mirar las cosas desde otro punto de vista, definitivamente cada archivo tiene una riqueza inconmensurable en todos sus aspectos”.
Sobre las inquietudes del público el Archivo de Bogotá reforzó la idea de que los archivos tienen el Plan Integrado de Conservación que contempla la preservación digital a largo plazo para garantizar la consulta por parte de investigadores y ciudadanía interesada en acceder a esta información a través del tiempo.
Como información general para entrar en contexto sobre la actual exposición que se exhibe en el Archivo de Bogotá es preciso decir de la Colección planimétrica Trujillo Gómez & Martínez Cárdenas se encuentra salvaguardada por el Archivo de Bogotá y constituye un tesoro histórico para el urbanismo y la arquitectura colombiana.
Esta colección planimétrica, cuenta con 240 obras arquitectónicas que corresponden a edificios, colegios y escuelas, iglesias y capillas, fábricas, fincas, teatros y residencias unifamiliares que hicieron parte del cambio en el paisaje urbano de Bogotá, a mediados del siglo XX.
Sobre las firmas Trujillo Gómez & Martínez Cárdenas y Martínez Cárdenas & Cía. Ltda., en el Archivo de Bogotá se conservan 9.150 planos y 600 documentos que evidencian su influencia en un período de gran transformación arquitectónica en la ciudad.
Sobre las colecciones arquitectónicas, el acervo documental, que custodia el Archivo de Bogotá, contiene 14 colecciones privadas de arquitectos y firmas de arquitectura, que tienen un lugar reconocido en la historia de la arquitectura y el urbanismo no sólo en Bogotá sino en el país.
Para quienes quieran conocer la exposición Bogotá revelada, 1932-1949. La visión de ciudad en la colección Trujillo Gómez & Martínez Cárdenas podrán encontrar la obra arquitectónica de Martínez Cárdenas y a su vez sus filmaciones como fiel reflejo de la Bogotá de mitad del siglo XX. Una valiosa mezcla de historias de familia, evidencias planimétricas, fotográficas y audiovisuales, que revelan la visión de modernidad como punto de referencia importante sobre la concepción de ciudad.
Abierta al público de lunes a viernes de 7:00 a.m. a 4:30 p.m. Entrada Libre, para quienes quieran agendar una visita el día sábado escribir a contactoarchivodebogota@alcaldiabogota.gov.co