La invención de nuevas tecnologías está acabando con los escribientes a máquina, que por años realizaron trámites administrativos para cientos de ciudadanos.
Desde hace siete años reposa en el Archivo de Bogotá el legado de la Urna Centenaria, cerrada en 1910, y que hoy permite una mirada a una ciudad que durante los últimos cien años ha tenido vertiginoso