Por Diana Carolina Duarte Martínez / Redactora Bogota.gov.co
Desde su fundación, ha sido llamada de diferentes maneras, en un principio se conoció como La Plaza Mayor, después de la independencia se le llamó La Plaza de la Constitución y desde 1846 es la emblemática Plaza de Bolívar.
Está ubicada en el centro de la ciudad entre las carreras Séptima y Octava con calles Décima y Once, tiene una extensión aproximada de 13.903 metros cuadrados y una capacidad máxima para 55.600 personas. Esta histórica plaza, que ahora es el punto de encuentro de manifestantes y el lugar imperdible para turistas nacionales y extranjeros, también fue hace cientos de años escenario para ejecuciones, pues allí se fusilaron a varios próceres de la patria.
Hace siglos en este sitio se realizaban espectáculos circenses, se hacían proclamaciones y fiestas por nuevos monarcas o virreyes españoles, era plaza de mercado y en donde también se realizaban grandes funerales de estado. Además, se hacían corridas de toros y todo tipo de eventos sociales, civiles y culturales.
Hoy en día, la Plaza es recorrida a pie o en bicicleta y no ha dejado de ser lugar de reuniones políticas, culturales, sociales y religiosas. También sigue siendo el punto de encuentro de amigos, estudiantes, comerciantes y artistas. Actualmente, se hacen protestas, ferias campesinas y hasta conciertos. Los años pasan y no ha perdido su esencia.
Sucesos y cambios a través del tiempo
Los españoles, siguiendo con una tradición Romana, edificaron alrededor de la Plaza Mayor edificios públicos, religiosos y civiles. En el costado sur se construyó el palacio Virreinal y la primera cárcel de la ciudad. Al lado sur occidental, (hoy Alcaldía Mayor) funcionaba el cabildo, más tarde las galerías Arrubla (almacenes comerciales) y otros edificios públicos.
En la parte nororiental se levantaron los edificios religiosos como la Catedral, y la Iglesia del Rosario; en el costado norte, finalizando el año 1800, arrancó la construcción del Congreso.
1538 a 1583: En el centro de la plaza fue construida la picota, una columna de piedra donde la gente recibía castigo y escarmiento.
1681: Se instala una fuente de agua para uso de los ciudadanos, quienes venían con totumos o corotos a abastecerse del líquido (el mono de la pila). Además, se prohíben las corridas de toros que se celebraban al cerrar los cuatro extremos de la plaza.
1776: El edificio del virreinato es quemado.
1806: El monje capuchino Fray Domingo de Petres, primer arquitecto de formación de Bogotá diseñó y dirigió la construcción de la Catedral Primada de Colombia. Situada al lado oriental de la Plaza.
1842: Empieza la construcción de la Sede del Congreso de la República, en el mismo lugar donde 62 años antes fue destruido el palacio virreinal por un incendio.
1861: Se prohíbe la compra y venta de alimentos en la Plaza de Bolívar (mercado tradicional).
1876: El Congreso de la República dispuso la ubicación en el centro de la plaza de una estatua de bronce del general Simón Bolívar que miraba hacia la Catedral, en 1880 quedó enfrentada al Capitolio. La estatua reemplaza la pila de agua.
1881: El ministro de instrucción pública, Ricardo Becerra, ordenó la construcción de un jardín de estilo inglés alrededor de la estatua, cercada con rejas de hierro.
1883: Se instalaron cuatro fuentes de agua en cada costado.
A finales del Siglo 19, en Bogotá se iluminaban con gas algunas cuadras, incluida la Plaza de Bolívar, se hacían además proyecciones de cine. Las personas socializaban en el alto sano o escalinatas de la iglesia, este era el punto de encuentro de los bogotanos.
1900: Por un incendio, las Galerías Arrubla fueron destruidas.
1907: Por la carrera Séptima, frente a la Catedral, desfilan los primeros carros.
1927: Se instalan cuatro pilas o fuentes de agua con luces, estas transformarían la imagen de aldea a ciudad.
1948: Con la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, la plaza se vuelve escenario de la quema de tranvías y trinchera para los soldados.
1960: Fernando Martínez hace la última remodelación de la plaza con un sentido más renacentista, se eliminan las fuentes y se mantiene la plaza como actualmente se conoce.
Alrededor de esta plaza creció la ciudad. Las personas que vivían más cerca a ella, eran los más prestantes y respetados señores y señoras, “la crema y nata de la sociedad”, mientras las personas que vivían más lejos eran mestizos, campesinos y algunos indígenas, gente humilde.
Hoy, también hay personas que viven del trabajo que realizan en la Plaza de Bolívar, los fotógrafos, los que venden maíz para alimentar a las palomas, los guías turísticos, los vendedores de helados, dulces y mecatos.
Este lugar emblemático tan lleno de historia seguirá encantando por su trayectoria, por los secretos que guarda y por ser esa plaza que todos los turistas quieren conocer y todos los propios quieren conservar.