Con la expansión acelerada de la ciudad, que comenzó a finales del siglo XIX, se inició la era del transporte público con la inauguración del tranvía, en 1884. Pasamos de los carruajes de tracción animal al tranvía de mulas, y luego al tranvía eléctrico, de los taxis a los buses, de los trolley buses a los colectivos, y de las busetas al Transmilenio y de éste al Metro, que verá la luz en 2023.
Sin embargo, interconectar a la capital con el resto del país no fue tarea fácil hasta la invención de la aviación. De hecho, Bogotá era una ciudad casi aislada por la falta de vías de comunicación, al punto de que buena parte de los intercambios de mercancías llevados a cabo en el siglo XIX se hicieron utilizando los caminos reales heredados de la Colonia. Ello explica la razón por la cual es frecuente encontrar en los testimonios de los viajeros extranjeros que visitaron Bogotá durante dicha centuria relatos que describen las dificultades que tuvieron para poder llegar desde la Costa Caribe hasta el altiplano andino.
Foto: Sady González - Archivo de Bogotá
Los esfuerzos realizados en la época para conectar al país con el mundo se concentraron particularmente en proporcionarle a Bogotá una salida al mar que además sirviera para comunicar a las distintas regiones del territorio nacional. Pese a que los resultados obtenidos en este campo fueron modestos en comparación con otros países hispanoamericanos, es preciso recalcar que tuvieron consecuencias importantes para el desarrollo urbano bogotano: a medida que se fueron mejorando las vías de comunicación, también se fue ampliando la oferta de medios de transporte en la ciudad, al punto que “las carretas haladas por bueyes”, el “ómnibus (carruaje de tracción animal” para el traslado de pasajeros) y los coches, se convirtieron en “fuente de prósperos negocios” .
Foto: Sady González - Archivo de Bogotá
El tranvía llegó a Bogotá a través de William W. Randall y luego por la concesión, a treinta años, con la empresa creada por él, llamada The Bogotá City Railway Company. Este contrato se sancionó por el acuerdo 22 del 28 de octubre de 1882 “Aprobatorio de un contrato” y se elevó a escritura pública en la Notaría Tercera de Bogotá. Allí, el señor Randall se comprometía a la construcción de pasos de rieles, a mantenerlos en perfecto estado, limpio y aseado y a brindar un servicio de calidad y pagar una suma al distrito por el permiso para el establecimiento del ferrocarril urbano.
Foto: Sady González - Archivo de Bogotá
En estos años llegó el tranvía de tracción animal conducido sobre rieles de madera, mientras en Europa ya habían inaugurado el tranvía eléctrico. Ocho años después del inicio del contrato, se importaron, desde Inglaterra, los rieles de hierro. Sin embargo, ante la Gobernación de Cundinamarca y la Alcaldía de Bogotá llegaron muchas quejas sobre el mal estado de las vías por donde pasaba el tranvía, de la suciedad que imperaba (a pesar de que la empresa exigía cumplir un reglamento de vestimenta y comportamiento para ingresar al transporte) y de la baja calidad del servicio.
Tranvía de mulas
El primer tranvía que recorrió las calles de la ciudad era halado por mulas, e inició su operación el 24 de diciembre de 1884. Esta línea pasaba por la Plaza de Bolívar, la plazoleta San Diego, la calle 26 y terminaba su recorrido en Chapinero. Posteriormente se amplió a más zonas de la ciudad.
Tranvía eléctrico
Años después, en 1910, llegó a la ciudad el tranvía eléctrico que desplazó a los vehículos halados por animales. A su vez nació la Empresa del Tranvía Municipal de Bogotá. Esto permitió ampliar las rutas a más barrios de la ciudad. En 1922 había cerca de 29 carros eléctricos. En 1948 varios vagones del Tranvía fueron quemados debido a los hechos de orden público que se desataron por el asesinato del caudillo liberal, Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril.
Pero fue en 1951 cuando el Tranvía dejó de funcionar en la ciudad por decisión del alcalde de esa época, Fernando Mazuera Villegas.
Trolebuses
En 1948 empezó a funcionar en Bogotá los trolebuses, que eran unos vehículos alimentados con electricidad y eran operados por la Empresa Distrital de Transportes Urbanos (EDTU). En 1991 estos vehículos dejaron de rodar y la empresa que los operaba fue liquidada.
TransMilenio
Durante años el transporte colectivo corrió por cuenta de empresarios privados. Hasta que, en el año 2000, durante la primera alcaldía de Enrique Peñalosa, empezó a funcionar TransMilenio, un modo de transporte masivo, que buscaba ofrecer un servicio cómodo, seguro y moderno.
El 18 de diciembre de 2000 se inauguró la primera ruta que comenzó a operar con 14 buses entre las calles ochenta y sexta por la troncal de la Caracas. Durante este período se entregaron las troncales: Autonorte, Calle 80 y Caracas. Actualmente, el sistema cuenta con 115.1 Kms de vía en troncal en operación, 12 troncales en operación, 138 estaciones, 9 portales y 10 patio garajes.
TransMiCable
TransMiCable es el Sistema que busca mejorar la movilidad de Ciudad Bolívar y convertirse en la opción de movilidad para cerca de 80.000 habitantes de los alrededores, además de ser la obra que brinda modernidad y desarrollo urbano a la localidad con más de 700.000 capitalinos.
Desde el 29 de diciembre de 2018, cuando comenzó a operar, ha transportado más de un millón 800.000 pasajeros, con un promedio de 21.000 diarios entre lunes y viernes, 19.500 los sábados y 17.500 los domingos y festivos. El principal beneficio para la comunidad ha sido la reducción en los tiempos de traslado. Anteriormente un desplazamiento entre los barrios Mirador y Paraíso, en la parte alta de Ciudad Bolívar, y el Portal Tunal, podían tomar una hora. Con la entrada en funcionamiento del cable este tiempo se redujo a 13 minutos.