En el evento, que contó con la participación de estudiantes de diversas universidades y estudiosos del transporte, el secretario general dijo que la exposición reflejaba los esfuerzos que ha hecho la municipalidad, la empresa privada y los ciudadanos en general para “por tener un transporte público eficiente y de calidad durante los últimos 130 años”.
“Bogotá sobre Ruedas" revela documentos inéditos sobre la historia del transporte urbano entre 1884 y 2018 y permitirá brindarles a los ciudadanos conocer la documentación que reposa en los Fondos que custodia el Archivo de Bogotá, así como diversos testimonios tomados de la prensa y de los relatos de los viajeros extranjeros que visitaron la capital a lo largo de trece décadas.
Foto: De izquierda a derecha Julio Alberto Parra Acosta, Subdirector técnico Archivo de Bogotá; Sara Franco Rojas, Adriana Suárez Mayorga, Raúl Buitrago ( Secretario General) y Cristina Aristizábal (Subsecretaria Técnica Secretaría General)
La muestra, que se exhibirá hasta el próximo año, consta de ciento trece (113) piezas, entre las cuales se encuentran fotografías, planos, documentos, cartas, e ilustraciones, y estará dividida en diez secciones: antecedentes, ferrocarril, tranvía, automóvil, taxi, bus, trolebús, ciclovía, Transmilenio y metro.
Una de las curiosidades es la carta que envió un grupo de bogotanos al secretario del Concejo, Antonio María Londoño, en la que le informan que prestarán dinero de sus ahorros para que la municipalidad compre la empresa concesionaria del tranvía. En efecto, el 29 de agosto de 1910, Julio Chávez, Eduardo Escobar López e hijos, Alberto Soto y Rafael Andrade, entre otros, prestaron cerca de 15 mil pesos en oro y papel moneda para contribuir a la compra de la empresa Bogotá City Railway Company, propietaria del tranvía eléctrico que circulaba por la capital.
“En un hecho de generosidad sin precedentes, estos ciudadanos entregaron a la ciudad sus ahorros de toda la vida para que la municipalidad comprara la concesión del tranvía a la empresa estadounidense, acusada de mal servicio y pésima atención a los usuarios”, puntualizo Buitrago Arias.
El transporte público
Según los historiadores Luis Enrique Rodríguez Baquero y Saydi Núñez Cetina en su texto Empresa Públicas de Transporte en Bogotá siglo XX, durante la segunda mitad del siglo XIX Bogotá estaba constituida por unas pocas calles, lo que hoy en día es conocido como el centro de la ciudad, y el caserío de Chapinero. Estos dos sectores estaban separados por un amplio terreno rural que hizo que surgiera la necesidad de facilitar los canales de comunicación entre ambos e incluso dentro del área urbana que se estaba expandiendo a gran velocidad.
En 1846 llegaron los primeros carros de tracción animal que eran halados por mulas y bueyes, pero fue en 1851 que se instaló por primera vez un sistema de transporte colectivo de personas. Los carros se convirtieron en carruajes y transportaban grupos de hasta diez personas. Veinticinco años después, en 1876, la Alcaldía creó el primer plan organizado de movilización de pasajeros a cargo de la compañía franco-inglesa Alford y Gilide. Era el mismo sistema de carruajes, pero organizado y administrado por la compañía. Este sistema duró hasta 1882.
Como es de suponer, el desarrollo del transporte en Colombia fue complicado como consecuencia de su terreno montañoso y accidentado. Bogotá no estuvo unida por un ferrocarril a vapor hasta 1889 y no tuvo acceso ferroviario hacia un río navegable hasta 1909.
Con la llegada de los tranvías a Bogotá, el 24 de diciembre de 1884, se transformó el estilo de movilidad de la ciudad ya que este medio de transporte era capaz de transportar mucha población. Si bien los primeros tranvías rodaban sobre rieles de madera revestidos con zunchos (refuerzos metálicos), ocho años después se instalaron rieles de acero importados de Inglaterra.
La primera línea del tranvía recorría la carrera séptima desde la Plaza de Bolívar hasta la plazoleta de San Diego, sobre la calle 26; de ahí hacia el norte tomaba la carrera 13 (llamada entonces Camino Nuevo), hasta Chapinero. La tarifa era de 10 centavos. En 1892 se inauguró una línea que unía la Plaza de Bolívar y la Estación de la Sabana amplificando rápidamente la movilidad de los transeúntes bogotanos.
En 1910 se comenzó a implementar el sistema de tranvía eléctrico. Para modernizar su administración la vieja Railway Company fue clausurada y la administración del tranvía pasó al municipio, se creó entonces la Empresa del Tranvía Municipal de Bogotá.
El municipio recibió un sistema compuesto por 4 líneas, 1 planta eléctrica, 180 mulas, 9 bueyes, 6 carros eléctricos, 33 carros de pasajeros de carga, 12 Km de red, 2 Km electrificados. Pero este medio solo funciono hasta el año 1951 cuando el alcalde Fernando Mazuera Villegas decidió acabarlo como consecuencia de la destrucción de los rieles a causa de las manifestaciones provocadas el 9 de abril de 1948 a causa del bogotazo.
Según Juan Carlos Pérgolis y Jairo Valenzuela en su texto El libro de los buses de Bogotá, a mediados de los años veinte aparecieron en Bogotá los primeros buses de gasolina importados por inversionistas privados que iniciaron rutas hacia los pueblos de la Sabana. Hacia los años treinta, Julio Navarrete fundó una empresa de transporte con vehículos Brockway. La compañía tenía seis buses: tres de marca Chevrolet, otros dos Ford y un más Bussing. El producido de estos buses equivalía a doce pesos diarios, de los cuales, tres eran destinados a pagar la gasolina, el salario del conductor y su ayudante.
A mediados de los años 80 el sistema de buses como transporte público entró en una crisis insostenible. El aumento de la población, los enfrentamientos de conductores por la guerra del centavo y la gran cantidad de multas por imprudencias en la vía hicieron que el gobierno planteara posibles soluciones para mejorar la situación del transporte en Bogotá.
En 1999, bajo la alcaldía de Enrique Peñalosa nació Transmilenio como una opción de corto alcance que acababa con varios de los inconvenientes a los que se enfrentaban los buses de esa época. Desde entonces, hasta hoy, la ciudad ha visto circular en sus calles trolley buses, busetas, taxis colectivos y los buses articulados de Transmilenio y del Sitp. El Metro de Bogotá, que por fin se hará realidad gracias a los esfuerzos de la actual administración del alcalde Enrique Peñalosa, busca mejorar la movilidad de la ciudad de Bogotá.
“Bogotá sobre ruedas” estará abierta al público desde mañana hasta el 15 de febrero de 2019; su acceso es gratuito.
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