Archivo de Bogotá Secretaría General - Alcaldía Mayor de Bogotá

Bogotá nace como una iniciativa de investigación en el Archivo de Bogotá  después de cotejar que, a pesar de que existe el Fondo Secretaría General donde se recogen documentos de varias oficinas incluido el Despacho del Alcalde, no existe una agrupación de documentos directamente relacionados con la labor del Alcalde Mayor, puesto que los Derechos de Petición, que es lo que más conserva en el Despacho, permiten ver lo que los ciudadanos le solicitan pero no se puede ampliar desde ahí el significado de este cargo.

No obstante, existe una investigación sobre la historia institucional de la administración de Bogotá que giró alrededor de la Figura del Alcalde como pretexto para recoger la complejidad de la administración de la ciudad a través de la legislación para los diferentes periodos históricos. Su corpus proviene de periódicos oficiales. Esta investigación sirvió de base para comprender el rol del Alcalde y asimismo los documentos que se fueron encontrando. Incluso para guiar la búsqueda.

Dentro de las razones para la creación del fondo, las cuales permitieron definir el tipo de documentación que albergará el mismo, se halla una que el Alcalde es la figura política más importante en la ciudad, la que los ciudadanos más reconocen. Es la más importante porque desde su rol el Alcalde ha generado cambios en la ciudad y la ha planeado de acuerdo a las necesidades de la misma.

La figura del Alcalde ha cambiado con el paso de los años. Durante la Colonia y gran parte del siglo XIX fue el ejecutor de leyes o condenas que el Virrey o los Oidores de la Real Audiencia dictaban. De acuerdo con la Historia Institucional de la Alcaldía Mayor de Bogotá, el virreinato se extendió hasta 1819, cuando se logra la independencia. En ese momento la forma de gobierno empezó a cambiar hasta consolidarse en 1886, pasando por la presencia persistente del Cabildo “como cuerpo administrativo de la ciudad” (2011, 14), el cual elegía dos Alcaldes Odinarios anualmente, que tenían por responsabilidad principal administrar justicia; por la reorganización del territorio, por la aparición de nuevas figuras de poder como el jueces políticos y jefes políticos, por el periodo federalista de la década de 1850 y por la inestabilidad propia de la búsqueda de autonomía e identidad.

Con la Regeneración de Núñez y la Constitución de 1886 la administración de la ciudad encuentra su figura representante en el Alcalde, aunque seguía desempeñando el papel de ejecutor de leyes. A partir de ese año cambia la forma de nombrar la estructura territorial: los Estados Soberanos y el Distrito Federal tomaron el nombre de departamentos, se dividieron en provincias y estas en distritos municipales. Estos últimos fueron “administrados por un consejo municipal y un alcalde, nombrado por el gobernador” (2011, 16). Desde 1888 los prefectos de las provincias nombraron a los Alcaldes de los distritos, de acuerdo con los estatutos establecidos en el Código Político y Municipal de ese año.

A finales del siglo XIX y durante buena parte del siglo XX, el alcalde de la ciudad fue un funcionario destacado pero, en todo caso, dependiente de cargos de mayor jerarquía como el del Gobernador del Departamento de Cundinamarca.

     Para 1905 se reconoce a Bogotá como Distrito Capital y fue

    “regida por un gobernador nombrado por el Presidente de la República, y por un consejo administrativo. A partir de 1908 correspondió al gobernador de Cundinamarca nombrar y remover a los alcaldes de Bogotá, pero siempre contando con la aprobación del Presidente de la República” (2011, 17)

     En 1926 aparecieron las Secretarías de Gobierno, Hacienda y obras Públicas, marcando “el inicio de una administración en propiedad del Alcalde tal y como se conoce hoy en día” (ídem). Con motivo de la promulgación del Acto Legislativo No. 1 de 1945, cuando la ciudad adquiere rango de Distrito Especial, la dependencia del alcalde pasó a darse directamente del Presidente de la República, su nominador.

Con la Contitución de 1991 se derogó la Contitución de 1886 e inició un nuevo periodo para la administración de la ciudad, dentro del cual resalta el mecanismo de Elección Popular. Aunque este estaba gestándose desde 1984 y se sancióno en 1986 con el Acto Legislativo n°1 del 9 de enero[1], fue recogido en esta Constitución.

Una vez se aprueba la elección popular de Alcaldes y se lleva a cabo la primera en 1988, los Alcaldes han decidido el rumbo de la ciudad, de acuerdo a sus ideas de ciudad y a las prioridades de los habitantes.

Las huellas de las ideas y de los cambios que el tiempo ha exigido se pueden ver en la infraestructura de la ciudad, en la arquitectura, en el tipo de transporte que se usa, en la cultura de la gente, entre otras cosas. Los documentos también permiten conocer esas ideas, pues son el soporte oficial que guía el desarrollo de las mismas. Un ejemplo es el Plan de Desarrollo, el cual ha sido la carta maestra desde la elección popular, porque apunta los aspectos más urgentes a solucionar y permite a los ciudadanos seguir las acciones prometidas y que fueron el fundamento para su elección.

Debido a estos cambios en la figura del Alcalde, la Colección Alcaldes Mayores de Bogotá busca y recopila documentos en los que se pueda observar algún aspecto de los Alcaldes de la Colonia y el siglo XIX. Documentos en donde hacen pequeñas apariciones en su rol de ejecutores de decisiones, o en los que mencionan los cargos o méritos ostentados por estos hombres, incluido el de ser Alcalde, o en los que son testigos de delitos o en los que recomiendan a otro ciudadano o en los que rinden cuentas de sus labores.

Asimismo, después de evaluar el rol del Alcalde, de las dependencias de la Alcaldía y de las Entidades Distritales, se llega a la conclusión de que este rol tiene un rostro, que es el que observa la ciudad y sus necesidades, escucha a los ciudadanos y a su equipo de trabajo, genera ideas, respuestas, soluciones, se enfrenta a las opiniones, así como al buen o mal desarrollo de dichas ideas. De ahí se genera el concepto de Figura Púbica. La búsqueda de lo que hace parte de la Colección Alcaldes Mayores de Bogotá se decanta por todo aquel material que muestre a los Alcaldes en los momentos en que llevan a cabo sus labores fuera del Despacho, fuera de lo meramente administrativo y por el contrario interactúan con los receptores de los productos de sus ideas. Ejemplos de eso se encuentran en fotos y videos que capturan momentos en los que los Alcaldes participan de inauguraciones, eventos, conferencias, posesiones de funcionarios; en los que observan los puntos problemáticos de la ciudad, el desarrollo de obras; en los que atienden visitas de personalidades importantes y reconocidas en el mundo o visitan a las mismas; en los que firman proyectos, etc.

Sumado a esto, se consideró que el desarrollo de los ejes emblemáticos del plan de trabajo de cada Alcalde también es parte de la figura pública del mismo porque permiten reconocerlo y asociarlo a los diferentes hitos históricos de la ciudad, como la importancia del espacio público o de la cultura ciudadana. Los logros personales de estos personajes igualmente se asocian a su figura pública y los registros de los mismos son incluidos en este fondo.

Finalmente, de acuerdo a los criterios que establece la Unesco en el “Programa Memoria del Mundo”[2], el cual pretende valorar y conservar el patrimonio documental, la documentación o el material producido alrededor de una figura como el Alcalde de una ciudad es susceptible de conformar un fondo histórico porque gira entorno a una persona cuya importancia es reconocida y aceptada, hace parte de la historia de un lugar permitiendo conocer la misma y comprender las épocas y aporta culturalmente a la humanidad, con información de un tema específico y esencia, la administración de una ciudad.

Consulte la Guía: Coleccion Alcaldes Mayores de Bogota.pdf

Fotografias: Fondo Alcaldes - Archivo de Bogotá.