En el marco del segundo conversatorio relacionado con la exposición virtual “Archivos a fondo, tesoros documentales de Bogotá”, los historiadores María Eugenia Hernández y Juan Francisco Malagón se referirán a la importancia de la colección hemerográfica del Archivo de Bogotá y la Serie Decretos del Fondo de la Secretaría General.
“Las publicaciones seriadas oficiales y no oficiales son fuentes de gran riqueza para cualquier trabajo de investigación. Podemos encontrar en ellas infinidad de tópicos que guardan en sus páginas contenidos sobre política, religión e historia cultural y que, incluso, pueden ser una fuente etnográfica”, dice María Eugenia Hernández.
Un ejemplo de ello, agrega la historiadora, es el Registro Municipal, publicación oficial del gobierno distrital, “en el que se pensaría que solo encontraremos cifras, edictos, leyes, decretos, etc. Sin embargo, en sus páginas se revela la esencia de la sociedad: podemos ver cómo pensaba la gente, cómo actuaba, cómo se quebrantaba la ley y cómo se hacía frente a los delitos. También soluciones a diferentes disputas por predios urbanos: por dónde debe construirse una calle, una avenida, edificios administrativos, cuándo se pensó en la construcción de acueductos, en la higiene, en la salud de la población”.
Hay otras fuentes, de acuerdo con Hernández, que revelan un poco más de lo que puede advertirse a primera vista. “El Anuario Estadístico de Colombia y el Boletín de Estadística de Bogotá muestran el comportamiento de la sociedad y en ambos podemos encontrar en cifras la descripción de movimientos marítimos, delincuencia, matrimonios y nacimientos, entre otros aspectos de la sociedad. Otras publicaciones, como El Telegrama y El Zipa contienen apartes literarios que permiten acercarse a las sensibilidades de quienes escribieron allí sus prosas y sus versos”.
Entre tanto, la Serie Decretos del Fondo de la Secretaría General, 1900 / 1986, se compone de decretos ejecutivos producidos por el alcalde con el apoyo de su secretario y la asesoría de los secretarios en el ejercicio de las funciones ejecutivas de cada despacho del municipio (Hacienda, Obras públicas y Gobierno).
“La documentación que se encuentra en el Archivo de Bogotá hace alusión a temas administrativos y normativos de la ciudad; entre ellos, la gestión del personal de las distintas dependencias de la Alcaldía”, dice Juan Francisco Malagón, quien resalta algunos de los contenidos que se pueden encontrar allí:
1) El papel de la mujer en la administración pública, del cual destaco a Mercedes Aragón, quien ejercía como instructora en el Taller de Artes y Labores Manuales del Municipio en el año 1914; a Paulina Leyton, quien fue nombrada distribuidora en la Imprenta Municipal en el año 1924 (el nombramiento de Leyton en esta entidad tuvo como particularidad el ser la única mujer en un grupo de 12 hombres); Soledad Salazar de Gaviria como agente de policía sanitaria en los años 1928 y 1929, teniendo como compañeros en el mismo cargo a 19 hombres.6
2) El manejo de la mendicidad, sobre el cual encontramos abundante normatividad para el manejo de los asilos, el ejercicio de la mendicidad, así como regulaciones de policía por los cuales se sanciona la “vagancia”.
3) El control epidemiológico y la higiene en momentos cuando epidemias de tifo, difteria y otras enfermedades azotaban la ciudad.
4) La censura en los espectáculos públicos a través de la “Junta Municipal de Censura”.
5) Los cambios en la estructura orgánica del municipio a través de la creación la Imprenta Municipal, los cuerpos de bomberos y otros.
6) Disposiciones de policía relacionadas con asuntos tales como la prohibición de la prostitución, la regulación de chicherías y salones de baile.
Al finalizar su intervención, bajo la conducción de Daniel Flórez Porras, los usuarios podrán formular sus inquietudes y preguntas acerca de la colección hemerográfica y el Fondo de la Secretaría General.
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