La Memoria Documental de Bogotá: el Fondo Administración del Ramo de Propios y su Papel en la Historia de la Ciudad

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La Memoria Documental de Bogotá: el Fondo Administración del Ramo de Propios y su Papel en la Historia de la Ciudad

Por: mllaiton
Publicado el: Agosto 2024
Ramo de propios
En el fondo de Administración del Ramo de Propios, custodiado por el Archivo de Bogotá, se encuentran documentos históricos que revelan la evolución económica, política y cultural de Bogotá desde 1596 hasta el siglo XIX. Este fondo documenta la administración de los ingresos municipales (propios del Cabildo), empleados para financiar obras públicas, salarios y otros servicios de la ciudad.

Por Ani Yadira Niño, historiadora. Profesional especializado, Dirección Distrital Archivo de Bogotá

La historia de una ciudad se teje con los documentos del pasado. Estos no son simplemente registros de fechas y eventos, también son parte fundamental de la trama económica, política y cultural de una sociedad. El Archivo de Bogotá tiene la responsabilidad de custodiar estos fragmentos del pasado. Entre los tesoros que conserva el Archivo, uno de los más invaluables es el fondo del Administración de Ramo de Propios, cuyos documentos dan cuenta de las transformaciones y continuidades de la administración económica y política de la ciudad durante tres siglos, desde 1596 hasta 1873.

Relación de los gastos en la reparación del puente de Bogotá (1639). Fondo Administración de Ramo de Propios. 604.3497, folio, 186. Se pueden ver los procesos llevados a cabo en las obras públicas para el mantenimiento de la ciudad y sus alrededores.

Para comprender la importancia de esta fuente documental, es necesario remontarse hasta la llegada de los españoles al continente americano en 1492 y el subsiguiente proceso de colonización. Este proceso incluyó la fundación de ciudades como Santafé de Bogotá en 1538 y la promulgación de leyes que regularon la autoridad de virreyes y gobernadores, el sistema judicial, la distribución y posesión de tierras, la recaudación de impuestos, la asignación de recursos para el mantenimiento de obras públicas, entre otros aspectos necesarios para establecer el dominio español en tierras americanas.

Durante este periodo, la economía de las ciudades se basaba principalmente en los ingresos conocidos como "propios del Cabildo". Estos ingresos incluían rentas de bienes raíces y tributos sobre el comercio, como pulperías, molinos, carnicerías, entre otros. Con estos recursos, el Cabildo financiaba obras y servicios públicos relacionados con la construcción y mantenimiento de acueductos, cárceles, iglesias, cementerios, así como la reparación de cañerías, calles y plazas. También se destinaban recursos para cubrir los salarios de empleados y otras necesidades administrativas.

Libramientos firmados por Antonio Nariño (1789). Fondo Administración de Ramo de Propios. 604.3499, folio 88.

En el caso de Santafé, la documentación del Fondo Administración del Ramo de Propios permite deducir que durante los siglos XVI, XVII y gran parte del siglo XVIII era el Cabildo de Justicia y Regimiento el encargado de la gestión de esos recursos. Los ingresos eran administrados por un mayordomo tesorero, quien recaudaba impuestos, llevaba cuentas y hacía los pagos necesarios. En 1797, debido al crecimiento de negocios y propiedades del Cabildo, se estableció la Junta Municipal de Propios, cuyo objetivo era hacer seguimiento a todo lo relacionado con el manejo de las propiedades, ingresos y gastos de la ciudad, como salarios de oficiales, censos y festividades1

El Fondo Administración del Ramo de Propios permite reconstruir una parte importante del pasado. Este acervo documental está compuesto por un conjunto de dieciocho tomos entre 1596 y 1873, con información sobre la economía de la ciudad a partir de los memoriales del mayordomo de propios. También se conservan las Actas de la Junta Municipal de Propios, que datan de 1797 a 1834 y un tomo de libramientos de los años 1712 a 1744. Además, se han preservado cuatro cuadernos de cuentas del período 1807-1827, en los cuales el tesorero mayordomo registraba los ingresos recibidos por el cobro de actividades comerciales. Finalmente, se incluyen cuatro tomos de la Recopilación de Leyes de Indias, con 6.400 disposiciones jurídicas vigentes para ese momento. 

Este tesoro documental no solo permite conocer el funcionamiento del régimen colonial y las reformas virreinales, sino que también es fuente importante para comprender el rompimiento con las autoridades españolas, una vez concluidas las guerras y reconocida la independencia de los territorios americanos. Este fondo documenta de manera notable los cambios de gobierno y territoriales que se sucedieron durante el siglo XIX, así como los esfuerzos por consolidar la naciente república. Esfuerzos que incluyeron un mayor control en el régimen fiscal y la asignación de recursos para áreas como la sanidad y la instrucción pública.

Relación de gastos del Cabildo, 2 de diciembre de 1829. En el penúltimo ítem se puede observar pago realizado al juez político para el recibimiento del libertador, Simón Bolívar. 604.3503, folio 250

Otra perspectiva que ofrece este fondo es la posibilidad de rastrear las dinámicas sociales, culturales y religiosas que se desarrollaron desde la Santafé colonial hasta la creciente ciudad de finales del siglo XIX. Por ejemplo, en los registros de cuentas se puede apreciar la importancia de los gastos para celebraciones como el Corpus Christi y otras fiestas religiosas, lo que refleja la arraigada influencia de las tradiciones católicas en la sociedad bogotana. Además, se pueden abordar aspectos fundamentales de la vida cotidiana en la ciudad, como el gasto en alimentos y los detalles de los productos consumidos, así como los lugares de recreación como las galleras, donde la ciudadanía pasaba su tiempo libre. A través de un enfoque de microhistoria, también es posible reconstruir la historia de los pequeños comerciantes a partir de los registros de mercaderes, destacando especialmente la significativa presencia femenina en el pago de rentas, ya que en muchos casos eran mujeres las propietarias de pulperías y tiendas de comercio.

Al adentrarse en cada página de este fondo, se pueden rescatar testimonios de los diversos momentos que ha vivido la ciudad, encontrando registros de figuras como Antonio Nariño, Simón Bolívar o Camilo Torres Tenorio. De esta manera, cada línea cuenta una historia que trasciende la tinta y el papel; es la historia viva de Bogotá.

Inventario del acta de 24 de junio de 1935 que oficializó el traslado de los tomos del Archivo Municipal a la Biblioteca del Concejo. Fondo Concejo de Bogotá del Archivo de Bogotá, número topográfico 001.0198.01.001, Caja 198, tomo 199, folios 172.

Ahora bien, preservar este patrimonio documental no ha sido tarea fácil. Como señala Guillermo Hernández de Alba en su artículo “La desgraciada suerte del archivo de la ciudad de Bogotá”, a lo largo del tiempo el archivo del cabildo se vio afectado por diferentes avatares, entre ellos según menciona el mismo Hernández de Alba tomando el testimonio de José María Vergara y Vergara: 

“el batallón que tomó el edificio consistorial el 24 de febrero de 1862, rompió la puerta del archivo, entró en la pieza y despedazó el tomo 1º que contenía las actas desde 1538 hasta 1540 y la mitad del tomo 2º que contenía las de 1541. Los tomos 3, 4, 6, 10, 13, 14 y 19 fueron destruidos íntegramente y no quedan sino los forros de pergamino. La colección sigue corrientemente tomo por tomo hasta el 44 y llega hasta el año 1790. Los tomos que contenían las actas de 1791 hasta 1827 fueron robados durante el terremoto de 1828 y en otras épocas por algunos interesados en poseer solares del Cabildo, según se nos ha informado. Existen las actas desde 1830 hasta la fecha y los dos cuadernos de las actas de la Junta Suprema, o sea Cabildo abierto, de 1810 y 1811”.

La desgracia más devastadora sería el incendio de las Galerías Arrubla el 20 de mayo de 1900, que consumió gran parte del archivo de la municipalidad, dejando a la ciudad privada de una parte significativa de su memoria escrita. Se presume que lo que quedó del incendio pasó a custodia del gobierno municipal, el cual lo conservó hasta 1935. En junio de 1935, el municipio decidió transferir los 27 tomos a la Biblioteca del Concejo Municipal, donde permanecieron resguardados hasta 2004. En ese año, se realizó la transferencia al Archivo de Bogotá, entidad encargada desde entonces de la custodia y preservación de este tesoro documental.

Como se observa, el acervo documental colonial y republicano de Bogotá ha sufrido significativas alteraciones que han reducido su volumen. La labor de preservación del Archivo de Bogotá ha logrado traer hasta nuestros días una parte invaluable de esta historia, que enriquece el entendimiento de cómo el pasado y el presente se entrelazan para formar la identidad de una ciudad.​

Legajos. Fondo Administración de Ramo de Propios
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1  Archivo de Bogotá, Fondo Administración del Ramo de Propios, Tomo 604.3506, folio, 7r

2  Hernández de Alba, Guillermo (1967). La desgraciada suerte del archivo de la ciudad de Bogotá, en: Boletín Cultural y Bibliográfico, Volumen X, Número 6, Banco de la República-Biblioteca Luis Ángel Arango, p. 1366

Bibliografía 

  • Archivo de Bogotá, (2019). Guía documental, Fondo Administración del Ramo de Propios.

  • Archivo de Bogotá, Fondo Administración del Ramo de Propios.

  • Hernández de Alba, Guillermo (1967). La desgraciada suerte del archivo de la ciudad de Bogotá, en: Boletín Cultural y Bibliográfico, Volumen X, Número 6, Banco de la República-Biblioteca Luis Ángel Arango.