Por Alfredo Barón Leal
Gracias a internet hoy podemos encontrar varios videos comerciales y artesanales relacionados con Bogotá, en los cuales podemos encontrar calles, inmuebles, costumbres y temas capitalinos permeados por la música que se convierten en registros de ciudad. En unos aparece la ciudad bonita, la turística, la residencial, la central, en otros aparece la ciudad marginal, la vergonzante, la accesible sólo a través de un videoclip artesanal. Este artículo ofrecerá una muestra de algunos videos con locaciones en Bogotá para hacer un ejercicio de aproximación interpretativa a un elemento cultural no trabajado.
El videoclip relacionado con la ciudad es un tema que prácticamente no ha sido estudiado, ya que el video no es una fuente tradicional de información. Sin embargo, al ser una expresión artística se convierte en el registro de una interpretación humana de lo urbano. Si existen investigaciones que se encargan de buscar rastros de ciudad en la literatura, en el cine, en las fotografías o en las letras de canciones, por qué no también buscarla en algo nuevo como en los videos musicales de rock y rap. Parecería banal y todo un “video” entenderlo, pero se trata de llegar en el presente a tener la capacidad de ver en este tipo de interpretaciones artísticas un documento histórico y sociológico que reflejará en un futuro como la ciudad era interpretada en el pasado por los jóvenes músicos que la habitaban.
La ciudad como escenario
El historiador Erick Hobsbawm señala que la internacionalización de la cultura juvenil en el siglo XX se dio dentro de las sociedades urbanas y el rock es un fenómeno que lo refleja. Por eso no es extraño que las bandas locales utilicen las calles de Bogotá para realizar videos de rock, punk, ska, metal, rap o electrónica.
La historia del videoclip señala que fue en los años ochenta cuando se dio el despegue de este género en el ámbito mundial y da como ejemplo la aparición del canal de televisión MTV en 1981. Sin embargo, la historia del videoclip se puede rastrear mucho más allá, por ejemplo, en videos de los Beatles como Strawberry Fields Forever o incluso de Elvis Presley con Jailhouse Rock. Pero esta es una historia que no nos atañe, por el momento. En Bogotá, rastrear la creación de un primer videoclip grabado en sus calles es difícil sobre todo en las bandas pioneras del rock nacional como los Speakers, por ejemplo, en los años sesenta y setenta. Para esa época la estrategia de comercializar un sencillo junto con un video no existía. La televisión no estaba muy difundida y en términos prácticos era caro, no se tenían los equipos técnicos y si se hacía, la opción era grabar en vivo. Sin embargo, se pueden hacer aproximaciones para comenzar esta historia desde algún punto de referencia.
Bajo la onda del boom del rock en español en los años ochenta apareció una banda bogotana llamada Compañía y Limitada con una canción titulada “En la calle" que fue un éxito rotundo. El nombre de este tema sin ninguna duda hace referencia directa a la ciudad. A pesar de esto la ciudad sale poco, pero se pueden apreciar a Juancho y Pillo, como se hacían llamar los músicos, tomar en varias ocasiones un bus urbano popularmente llamado “cebollero” y que prácticamente ha desaparecido del paisaje lunar que representan las calles bogotanas. Más allá de esto el video se desarrolla en concierto, pero con efectos de color interesantes que muestran ya un grado de interés en desarrollar videos con más producción y arte visual.
Si se trata de mezclar ciudad, buses y colores, que lograron hacerlo fueron los Aterciopelados. La época dorada de esta banda bogotana fue justamente cuando lanzaron su álbum El Dorado (1995), álbum del cual extrajeron el sencillo “Bolero Falaz” el cual fue acompañado con un portentoso video psicodélico grabado en las calles de San Victorino, donde se ve a los músicos caminar por en medio de la gente. Lo que más impactó para su época e incluso para esta es que parte del video se desarrolla en la por fortuna desaparecida Troncal de la Caracas en una de las inútiles y peligrosas estaciones que la componían frente al edificio del SENA en la calle 13. La estación se ve desordenada, gris y atestada de gente, que como en las películas de Arzuaga filmadas en medio de la gente en los años sesenta, estas forman parte del video con sus miradas de extras espontáneos y sorprendidos ante una cámara que filma a los artistas.
El video utiliza la ciudad de una forma muy fuerte, aparecen, alcantarillas destapadas, las montañas y los edificios recortados como un collage, entre ellos el Colpatria inamovible o el edificio de la ASAB, tiemblan y titilan, mientras que Andrea Echeverry toma trago en una tienda cualquiera o canta en un “cebollero” como un músico urbano. Son varios los videos de los Aterciopelados que utilizan diferentes lugares de la ciudad, en especial del Centro Histórico, como escenarios, entre ellos aparecen el Pasaje Hernández y la calle de Florián en “La Estaca”, el Chorro de Quevedo en “El álbum” donde aparece el fotógrafo Manuel H, sectores como el Parque Nacional en “Baracunatana” o el Salto del Tequendama en “Florecita Rockera”, este fuera de la ciudad, pero considerado tan bogotano como Monserrate y Guadalupe.
Un lugar común en los videos y en general en la filmografía bogotana es el Centro Histórico y en especial la Avenida Jiménez. En “Señor Matanza” Mano Negra, única banda extranjera citada aquí, muestra armas oficiales, miseria y poder en la capital de Colombia para el año de 1994. En el video se puede apreciar el aspecto que tenía el centro de Bogotá antes de las alcaldías de Mockus y Peñalosa. Se pueden observan las casetas anaranjadas de Colombiana junto con las roji-amarillas distritales, desaparecidas, al igual que los “cebolleros”, del escenario urbano, pero por invasión del espacio público. El video tiene como escenario principal a la Plaza de Bolívar lugar de obligatoria visita para los extranjeros como Manu Chao y como personajes principales a niños habitantes de la calle, entre ellos está Jhonder un niño afro que se les apareció cuando grababan en San Victorino y al que supuestamente Manu Chao adoptaría. El video resultó produciendo amores y odios, con respecto al tema de mostrar la realidad vs explotación de la miseria tercermundista por parte de un extranjero. Algo de esto recuerda a la escena de los gamines filmados en el estanque de la Rebeca en Agarrando Pueblo de Carlos Mayolo y Luís Ospina donde hacía una crítica de la llamada porno miseria.
Una banda que le rinde un claro homenaje al Centro Histórico es Distrito Especial, que realiza un video casi turístico sobre el casco viejo de la ciudad con una canción titulada “Candelaria”. La canción también del año 1994, realiza una metáfora visual sobre el sector y una señora de edad que al parecer es la abuela del cantante. La señora aparece batiendo chocolate, con un pañolón sobre su pelo, mientras un niño en un automóvil de los años cuarenta recorre el sector de la Candelaria y en la letra se escucha “… Candelaria es mi niñez”. El video se filmó dentro de casas viejas del sector y resultó ser idóneo para una gran canción que fusionó rock con ritmos del altiplano pero que desafortunadamente no es muy recordada.
Poligamia, Ultrageno, la Pestilencia y Sidestepper tienen en común el haber escogido la avenida Jiménez como escenarios de sus videos. Así como se puede apreciar en varias películas filmadas en Bogotá, algunos videoclips tienen como escenario a esta avenida y en especial el cruce con la carrera Séptima. Es una constante que hace que, muy posiblemente, este sea el lugar de la ciudad que más fotografías, filmes y videoclips tenga, con seguridad debido a que este es uno de los corazones de Bogotá. La canción "Confusión" de Poligamia, "la Juega" de Ultrageno y "Deja" de Sidestepper, se sumergen en la ciudad de una forma muy similar. Los músicos caminan entre la gente o permanecen quietos mientras que gente y automóviles a un ritmo acelerado pasan a su lado. "La Juega" y “Confusión" muestran una ciudad apresurada con calles abarrotadas de gente, carros y buses. Para tratar de mostrar el ritmo caótico y vertiginoso de la ciudad, los videos utilizan la técnica del time-lapse. Ultrageno, con el particular lenguaje urbano de sus letras, muestra diferentes situaciones cotidianas. Un hombre que lleva un tanque de gas en su hombro, un payaso que anuncia almuerzos, las palomas de una plaza, una mano que muele un moño de marihuana, una persona que se sube a una buseta, una indígena artesana, vendedores ambulantes, un malabarista rebuscándose el diario, un "picado de banquitas", la Mariposa de Negret de la Plaza de San Victorino, el Pasaje Hernández, la Jiménez y sobretodo una población flotante que tiene que estar "en la juega" en el Centro de Bogotá. Por su parte "Deja" utiliza el mismo escenario de la Jiménez, pero al contrario de las imágenes vertiginosas de los videos anteriores aquí el ritmo de la ciudad se vuelve más lento, casi hasta pausado, es el ritmo de una ciudad que se despierta lentamente, como en las primeras imágenes del corto “Rapsodia en Bogotá” de José María Arzuaga. El video trata sobre un hombre "enrumbado” y taciturno que camina lentamente por las calles y observa la ciudad con sosiego desde dos ventanales de edificios con el mismo estilo moderno.
Por un lado, aparece un edificio de la calle 59 con séptima donde funcionaba In Vitro un famoso bar desaparecido de la rumba Chapineruna, y desde el cual se aprecia en dos tomas nocturnas de norte a sur la carrera Séptima. Posteriormente amanece y se ven las calles sucias y grafiteadas en un día que pareciera ser de un fin de semana. Finalmente, el protagonista del video observa la Avenida Jiménez hacia el oriente desde el edificio Francisco Camacho, construido en 1948 y que se hizo famoso por haber sido sede de la recordada Librería Buchholz. Lo interesante del edificio y que captura muy bien el video, es que el ventanal resulta ser un balcón que permite apreciar en todo su esplendor esta parte de Bogotá. Desde allí se puede ver el águila negra del escudo de la ciudad incrustado en la mitad de la avenida. Sobre este símbolo en la parte final del nocturno video "Soñar despierto" de la Pestilencia, grabado totalmente en la avenida, permanece acostado y cubierto con una bandera de Colombia el cuerpo sin vida del cantante Dilson Díaz.
Sin embargo, si se trata de hablar de balcones, el mejor balcón que tiene la ciudad es Monserrate. Una conmovedora subida musical al cerro en funicular nos regala Bomba Estéreo en "Sintiendo" y luego en "Pa´respirar", las nubes que cubren el cerro en un crepúsculo muestran la Bogotá clásica. La encapotada con nubes a punto de romperse y descargarse sobre los cerros. La de vientos gélidos, la "nevera" pensaría Li Saumet, mientras canta con la ciudad que empieza a prender sus luces como telón de fondo. Ahora luego de la subida al cerro viene la bajada por teleférico de la mano de Monareta para terminar dándose un electrónico septimazo.
Los monumentos y mobiliario en espacio público también entran a interactuar en varios videos capitalinos. Policarpa y sus viciosas alguna vez le hizo un homenaje al monumento de la Pola en la Jiménez con carrera tercera y de nuevo, bajando por esa misma avenida Bomba Estéreo realiza una nueva balada frente al monumento de Gonzalo Jiménez de Quesada en la Plazoleta del Rosario y Monsieur Periné graba una versión de su "Suin Romanticon" en el Parque Nacional al lado de la llamada fuente de los sapitos que alguna vez formó parte de extinto Parque del Centenario. Lugar tan extinto de las tierras bogotanas como la bomba de gasolina del Parque de las Cruces. Este elemento urbano ahora solo existente en recuerdos y fotos estuvo ubicado en la calle segunda con carrera séptima. La bomba era la encargada de suministrarle gasolina al barrio en especial para cocinar y era administrada por Luis Puentes vecino del lugar. Con el tiempo la bomba cayó en desuso y terminó a merced de desvalijadores que poco a poco le quitaban partes hasta que un día fue arrancada en su totalidad del lugar. Ya hemos visto como en los videos aparecen elementos del paisaje urbano que simplemente ya no existen. En el video de "Ay que dolor" de la Derecha se hace un amplio recorrido en moto por Bogotá, desde Chapinero pasando por el centro hasta las Cruces, donde por sorpresa aparece una toma bastante generosa de la bomba de gasolina de las Cruces. Con seguridad el estilo vintage de la bomba de gasolina de los años cincuenta cautivó a Mario Duarte a Panelo (q.e.p.d) y a su gente para grabarse bailando al lado de la bomba y constituyendo este video un registro casi único de la bomba, aunque se cuenta también que la agrupación Gotas de Rap, originaria del barrio filmó un video y se tomó fotos con la bomba de gasolina.
Lo social de una ciudad “videosa”
El rock, el rap y el hip-hop son expresiones juveniles donde la letra permite conocer lo que sienten y piensan los jóvenes sobre su entorno, sobre la época y la cultura que les tocó y desearon vivir. Esto también se logra expresar visualmente. Aquí es donde nos damos cuenta de los fuertes contrastes que existen entre las tribus urbanas o los grupos de jóvenes que habitan a Bogotá y los videos surgen como un registro sociológico singular. Si comparamos el video "Pobre corazón" de Esteman con el video "Matices del Pantano" de Engendros del Pantano las diferencias sociales son evidentes. Mientras unos hacen letras para "niños bien" los otros hacen letras para "pillos". Mientras una canción suena brillante y llena de colores, la otra suena oscura y cruda. La estética, el aspecto y en especial los lugares donde graban son absolutamente distantes, pero no en términos geográficos sino sociales. Esteman escoge el Park Way, el parque Brasil de Teusaquillo y el barrio de la Magdalena. Los Engendros graban en los barrios de las lomas de Bogotá y en especial en la calle del Bronx donde con una letra poéticamente urbana mística dicen: “…la noche se ha prestado para armar la comitiva, bajo su oscuro manto y el humo de la sativa se juntaron estas almas callejeras citadinas, la fuerza de sus voces la canción de las esquinas…” Dos ciudades, dos grupos de jóvenes, dos clases sociales diferentes conviviendo en la misma época en la misma ciudad y haciendo dos estilos de videos diferentes que muestran que es lo que ellos viven y quieren mostrar de Bogotá. Los escenarios no se escogen al azar.
Con esto podemos alejarnos del centro de la ciudad donde se ha grabado la mayoría del mainstream audiovisual para sumergirnos un poco en lo más undergraund. Lo que surge con cada vez más fuerza son los videos artesanales y con ellos el registro del modo de vida de los jóvenes en una ciudad que crece sin control. "Suba compartir" es un interesante y llamativo video de "Presencia Verbal" una banda de rap de este barrio que sin ningún tipo de pelos en la lengua dejan en evidencia la actividad delincuencial de la zona: "guelcome al barrio...donde la rata se come al gato". Un retrato audiovisual bastante honesto y escueto de un barrio perteneciente a una de las localidades más grandes de Bogotá y más afectadas por pandillas. Así mismo pero en el otro extremo de la ciudad en el barrio Kennedy la banda "Siluetas Rapadas", agrupación bogotana conformada en 2006, con integrantes pertenecientes a la RUK (Radicales Unidos Kennedy), filmó un video a ritmo de oi en un conjunto cerrado del barrio de los años sesenta, en el cual abogan por la unión entre skinheads y punks a favor de una misión histórica: combatir las SS de Hitler y "...limpiar al barrio de esa infección...". Cuando se ve un video como los mencionados anteriormente o uno como “Real” de la Etnia que recorre las calles de los barrios altos del sur de Bogotá, se produce la sensación de ver una ciudad hostil, desolada y agresiva.
Qué video ese video
El término “video” lo define Andrés Ospina en el Bogotálogo como: “aborrecible expresión propia de los años 90 del siglo XX, alusiva a una situación que en la mente de quien la experimenta parece rozar los límites de la ficción”. Al parecer el término tiene muy posiblemente su origen en la jerga de consumidores de alucinógenos y de allí por ósmosis lingüística se difundió a una buena capa de la juventud rola que además acompañó la palabra o con la conjunción “qué” o con la expresión “montarse en”. Lo anterior nos sirve para definir los siguientes videos donde algunas agrupaciones prefieren sacar el lado divertido de la ciudad. Milmarías hace un video de su canción “Vernos” por la ciclovía sobre la carrera Séptima entre calles 67 y 65. Allí el bajista y el guitarrista de la banda se montan en una bicicleta doble utilizándola acrobáticamente mientras cantan, tocan guitarra y usan sus juguetes electrónicos. Sin Remedio graba la fauna callejera de la ciudad con dos perros callejeros tomando agua en el eje ambiental, corriendo felices en la zona verde del Parque de los Periodistas y metiéndose entre la gente, los carros y la basura de la ciudad en su canción “La vida que va a empezar”. En “Chorizo y Degeneración” Dick my fuck you representa todo un himno a la gastronomía bogotana. El video electro punk transcurre en una lechonería mientras el cantante en una retahíla imposible de seguir habla de salchipapas, arepas cuadradas, chocorramos, panelitas, etc. etc. etc. Los chapinerunos Balde Boys en un concierto en la Plaza de Bolívar cantan el “Punk del Old John”, un whisky barato y muy popular en la rumba del parque de los hippies en Chapinero y Odio a Botero saca a bailar seis mujeres disfrazadas de empanadas a la cebra de un semáforo, al igual que el Consulado Popular con su canción homónima saca a la calle un oso panda y un pollo rojiamarillo que van por la calle molestando "con j" a la gente. Es evidente que la banda retoma una idea original del humorista francés Remi Gaillard, que hace lo mismo pero con muñecos de pac-man. La banda electrónica Sexy Lucy realiza un video para su canción “Dynamite” inspirado en el género de películas series B de los setenta con imágenes eróticas, atrevidas y explosivas en el que las mujeres toman venganza de los hombres. Parte del video fue grabado en uno de los edificios abandonados y en ruinas del conjunto residencial Antonio Nariño y en los jardines de la parte habitada del edificio. El video quedó también realizado que fue censurado en YouTube.
Otras mujeres bogotanas protagonistas de videos son las madres de la banda Ministerio de Vagancia en el video “No más UPJ”. En el video tres señoras de una familia como la mayoría de esta ciudad, se convierten en las intérpretes de las canciones de sus hijos tocando los instrumentos y cantando el coro “…no más UPJ, no sean hijueputas”, mientras aparece una fila de jóvenes en stop motion, haciendo alusión a la fila que lleva al famoso recinto policial. Este es un video artesanal que se desarrolla, al viejo estilo Beatles sobre la terraza de un barrio popular de ladrillo y bloque a la vista de Bogotá.
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La aparición del videoclip tuvo como primer objetivo llevar la música de la radio a la televisión. Su intención más allá de ser una nueva herramienta para la promoción y difusión de los artistas consistía en ayudar a vender el álbum discográfico del cual provenía el sencillo del video. En la actualidad esto ha cambiado. Ya no es la televisión el principal medio de difusión de un video sino internet. Tanto la televisión como la radio son selectivas y ceñidas a programaciones, mientras que las plataformas de internet ofrecen una libertad absoluta para subir casi que cualquier cosa y reproducirla en cualquier momento. La venta de discos ya no es un negocio lucrativo, así que la creación y difusión de videos ya no se rige en parte bajo el principio de vender un álbum discográfico, sino bajo el principio de dar a conocer una banda en medio de tantas que surgen cada día.
Prueba de lo anterior se encuentra en la creación de videos artesanales. Lo que puede hacer un grupo de alguna banda joven sin mayores recursos en cualquier parte se puede distribuir fácilmente por internet. Casi siempre una nueva banda para realizar un video escoge como primer escenario alguna calle de la ciudad y en la realización del video se encuentran letras, imágenes, personajes, paisajes, casas, gente, barrios que van a desaparecer. Lo interesante de esto es que al mismo tiempo lo que están haciendo inconscientemente es la creación de un documento histórico y sociológico permeado por la creación artística.
Alfredo Barón Leal, Historiador de la Universidad Nacional de Colombia y músico de Sin Remedio.